DENUNCIANDO LA AMNESIA HISTORICA CUARENTA AÑOS DESPUES DE LA MUERTE DE FRANCO

Este lunes un grupo de eurodiputados que representan un amplio sector de la ciudadanía del estado español, elegidos en candidaturas que expresan una enorme pluralidad hemos participado en una acción destinada a que no pase desapercibido en Europa el cuarenta aniversario de la muerte de Franco. Hemos querido subrayar ante el pleno del Parlamento Europeo la injusticia que afecta a miles de víctimas del franquismo cuando se cumple el cuarenta aniversario de la muerte del dictador. Un presentador de lujo, Alberto San juan el actor Alberto San Juan ha explicado el sentido del acto y reivindicado el derecho a saber. “Tenemos un problema de ignorancia construida desde el Estado sobre la historia reciente. Hay que revisar el acuerdo sobre la ignorancia que se tomó en la transición que nos convierte en una excepción terrible en Europa. El único país que no investiga los crímenes de su dictadura”.

Los eurodiputados participantes, que constituimos hace casi un año un grupo informal que trabaja en el ámbito de la memoria histórica, conseguimos ayer colocar en la agenda política del pleno del Parlamento Europeo el cuarenta aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco solicitando todos un minuto en el espacio que el pleno de la euro-cámara dedica en cada sesión a tratar temas de importancia política. De ese modo sorteamos el habitual boicot que los dos grandes partidos españoles, alguno de los emergentes como Ciudadanos y la electoralmente extinta UPyD suelen practicar para evitar que este asunto llegue al pleno en Estrasburgo.

Todos los participantes coincidimos en que la actividad criminal de aquella sangrienta dictadura sigue produciendo hoy sufrimiento a decenas de miles de ciudadanos, familias y colectivos. No hablamos de cuestiones del pasado, sino de hechos y decisiones que ahora se oponen a las recomendaciones de las Naciones Unidas sobre memoria histórica, a los principios que para ella reclama la Unión Europea y hasta a la legislación internacional en vigor para juzgar los crímenes de lesa humanidad.

España ostenta el dudoso honor de ser el segundo país del mundo tras Camboya con más disidentes políticos desaparecidos. Hoy los intentos de recuperar su historia y sus cadáveres, de rehabilitarlos como ciudadanos, de ofrecer una reparación a sus familiares y procesar a los responsables aún con vida de aquellos crímenes se enfrentan con una decidida, eficiente y silenciosa oposición de los principales poderes públicos, especialmente desde el gobierno y el poder judicial. Ahora el enfoque de las políticas públicas aplicadas a este problema es insólito, para mal, en el concierto europeo.

Hoy, se rechazan las peticiones de la jurisdicción internacional para investigar los últimos y oscuros episodios de la dictadura. Hoy, se recorta la financiación pública de los programas de memoria y no se cumple ni la legislación española al respecto. Hoy, las víctimas de los torturadores franquistas pueden cruzarse por la calle con sus victimarios que en ocasiones han sido incluso condecorados. Hoy, sigue pendiente la devolución de patrimonio incautado a sus legítimos propietarios. Ahora, miles de ciudadanos siguen viviendo la humillación y la injusticia del silencio, el olvido y la arbitrariedad.

En recuerdo y homenaje a todos ellos hemos querido esta semana construir un mosaico de voces, de opiniones, de denuncias, de testimonios, que reclaman justicia, verdad y reparación. Que insisten en el intento de impedir que este siniestro «hecho diferencial» siga siendo posible en la Europa de las libertades y los valores de la paz, la dignidad y los derechos fundamentales de las personas.

Hoy todos los diputados, excepto el representante de Unió por compromisos adquiridos previamente y Ernest Urtasun, con permiso de paternidad, hemos estado en una rueda de prensa en la que quienes no pudieron intervenir ayer porque no obtuvieron turno de palabra han leído las intervenciones que tenían preparadas. Aquí, por orden alfabético os adjunto las intervenciones de todas y todos nosotros.

 

Marina Albiol

 

 

Izaskun Bilbao Barandica

Francesc Gambús

Josu Juaristi

Jordi Sebastiá

Ernest Maragall

Josep María Terricabras

Ramón Tremosa

Miguel Urban

Las instituciones comunitarias se muestras habitualmente muy exigentes cuando se trata de abordar la memoria histórica de otros regímenes totalitarios europeos o condenar la exaltación del nazismo o el estalinismo. Por eso los eurodiputados que hemos participado en esta iniciativa pretenden alertar a los parlamentarios de otros estados de que este mismo grado de exigencia no se da en España. La impunidad de los crímenes franquistas es un caso único en Europa, que conculca la legislación internacional, diversas normas europeas y recomendaciones de las Naciones Unidas. La política española de memoria histórica es totalmente ajena a los principios en que se basa el programa europeo dedicado a esta materia.

Yo me he aproximado a esta injusticia con un tema que debería tocar el corazoncito de los eurodiputados cuyos países abordan este problema de otra manera. Me he aproximado a esta injusticia describiendo los obstáculos que sufren las familias que buscan a sus parientes desaparecidos en las fosas comunes o la negativa de España a enjuiciar a altos cargos del franquismo requeridos por la jurisdicción internacional. Igualmente he denunciado que no se haya hecho nada desde Europa para evitar que el Instituto Cervantes en París ocupe lo que fue la sede del Gobierno Vasco en el exilio, incautada por los nazis y entregada al dictador. Todas estas humillaciones  para las víctimas de un régimen criminal que encuentran aquí silencio y pasividad. No son temas de ayer. Son injusticias de hoy que vamos a seguir denunciando aquí porque son una vergüenza para una Unión que debe a estas víctimas la misma actitud que la que evitó la impunidad de los asesinos de otros regímenes totalitarios europeos.

La acción de hoy es una más de las que este grupo de trabajo informal viene desarrollando en Bruselas y Estrasburgo. Por ejemplo las abordadas con diversas asociaciones memorialistas como Ceaqua o Tres de marzo para presentar quejas ante la comisión correspondiente del Parlamento Europeo o la organización de actos como el homenaje a los últimos fusilados del franquismo que tuvo lugar en Bruselas a finales de septiembre. En los próximos meses continuaremos nuestras actividades, todas ellas centradas en acercar el trabajo de las asociaciones memorialistas estatales a los programas europeos y cambiar la actitud de las autoridades europeas frente a la política española de Memoria Histórica. Al final de la rueda de prensa, mi compañera Marina Albiol ha presentado hoy, en nombre del grupo, las siguientes iniciativas, una propuesta de declaración escrita y una pregunta oral que se presentará en el pleno y abrirá otro abanico de iniciativas en la eurocámara.

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