APOYANDO EL PLAN PARA REUBICAR 120.000 REFUGIADOS.
Esta mañana antes de salir hacia Bilbao para asistir a una reunión con nuestros aliados de Coalición canaria he apoyado totalmente convencida el plan para reubicar de manera urgente 120.000 refugiados solicitantes de asilo desde Italia Grecia y Hungría a otros estados de la Unión Europea. El resultado ha sido bastante contundente. El pleno del parlamento Europeo, reunido esta vez en Bruselas ha aprobado este plan por 372 votos a favor, 124 en contra y 54 abstenciones. Creo que el resultado envía un potente mensaje a los estados miembros para que comiencen a actuar inmediatamente. No hay ninguna duda de que la pelota está en su tejado.
Como ya os comentaba la semana pasada en este mismo espacio ha llegado la hora de actuar, porque todos sabemos que esta crisis solo puede resolverse a nivel europeo. Creo que la dimensión de la misma y la urgencia con que debe abordarse hacen imprescindible la propuesta de líder de nuestro grupo Guy Verhofstadt. El presidente del Consejo, el polaco Donald Tusk debe organizar una cumbre extraordinaria para abordar este problema a nivel de presidentes de los estados miembros. En el actual estado de cosas y como ya hemos visto esta misma semana, esta situación no pueden enfrentarla adecuadamente los ministros.
Comisión y Parlamento hemos dado una muestra de unidad y sentido europeo que deben completarse ahora con actuaciones concretas. Es impresentable lo que ocurrió el lunes en el Consejo Europeo de ministros. Unos pocos países no pueden loquear la salida a una crisis que necesita una respuesta común, solidaria y urgente. Hay que resolver definitivamente la brecha que se abre entre algunos de los antiguos países del este y los demás y abandonar el populismo de muchos discursos. Eso se hace aplicando inmediatamente este pan, integrando toda la capacidad de acogida y asilo de que disponemos y planteando un paquete de medidas que comience a trabajar no solo en el refugio sino en la integración.
Precisamente la velocidad a la que se tomen las medidas es otra de las cuestiones básicas. No podemos seguir esperando, porque los acontecimientos nos desbordan. Hay algunos responsables políticos que confían en que el invierno y el mal tiempo frenen llegadas masivas como las que estamos viviendo. El problema no es coyuntural. Tiene que enfrentarse tomando medidas a aplicar en suelo Europeo y en los países de origen, pero solo admite respuestas a nivel comunitario. Cualquier intento unilateral de aislarse del problema está condenado al fracaso.
Lamentablemente como recordábamos también aquí, hasta ahora la «estacionalidad» de este tupo de crisis ha permitido a muchos estados escurrir el bulto. Tenemos recetas y propuestas, tenemos medios y voluntad y, especialmente, tenemos una ciudadanía dispuesta a devolver con solidaridad la solidaridad que muchos europeos recibieron en otros lugares en nuestras horas más bajas. Hay que ponerse las pilas.
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