A SEGUIR ACERTANDO
Este fin de semana he estado, como cada último fin de semana de septiembre, en las campas de Foronda, en Alderdi Eguna. Siempre, la fiesta, la celebración, el reencuentro con centenares de personas a las que no ves en todo el año, el contacto con lo que es y significa el PNV, nuestra gente es estimulante. A mí personalmente me carga de energía positiva. Me motiva. Me ratifica en que lo que hago todos los días por aquí a mil kilómetros de casa tiene mucho sentido. Y me enseña cada año muchas cosas.
Cada año la fiesta tiene un toque especial. En esta edición se agolpaban los acontecimientos. Mientras nosotros estábamos en las campas de Foronda, Cataluña celebraba sus elecciones más importantes en las últimas décadas. Mientras los tres diputados generales y los alcaldes de las tres capitales de la Comunidad Vasca, todos ellos miembros del PNV se daban cita con unas intervenciones que fueron en mi opinión particularmente oportunas en la coyuntura que vivimos. El vídeo que encabeza esta crónica es un resumen creo que interesante y acertado de lo que allí se dijo. Por otra parte aquí tenéis resumenes completos de esas intervenciones.
También nos acompañó, otra novedad, una representación del Gobierno de Navarra, nada menos que su vicepresidente Manu Ayerdi, jeltzale y empeñado en poner en marcha el modelo PNV en la comunidad hermana. Simplemente porque funciona, porque es bueno para las personas. Porque en Euskadi ha demostrado, como bien explicó Andoni Ortuzar que ha sido positivo, que ha construido sociedad con un modelo de desarrollo más justo que el que funciona en otras zonas. Y porque tenemos la intención de seguir por ese camino. Porque sabemos que así se construye convivencia, que así se convence. Que así se cumplen 120 años con un envidiable estado de salud.
Creo que Urkullu y Ortuzar, Ortuzar y Urkullu, encarnan muy bien esa forma de entender la política. Pragmática, realista, y apegada a la realidad. Sincera Y plenamente consciente de lo que debe en términos de patrimonio político, conocimiento y trayectoria a nuestros antecesores. Por eso en estos tiempos de agitación subrayo dos o tres de las ideas que más me impactaron. De las que me motivan y estimulan intelectualmente. De las que me convencen de que, visto lo visto, estamos bien orientados en un momento en el que grandes instituciones del mundo moderno están en pleno rediseño.
En el mundo global en el que vivimos, los estados nación tradicionales se han quedado viejitos. Nosotros hemos entendido hace tiempo esa realidad y estamos buscando, probando, y haciendo cosas para tratar de alumbrar otra forma de comunidad capaz de recoger y proteger la diversidad, pero a la vez capaz de sumar con menos problemas en estructuras globales que los estados. En ese esquema vale la unión, la suma consciente, la libre adhesión. Un procedimiento de suma que se basa en el compromiso, no en la sumisión ni en la obligación. Y En estos tiempos hay que acertar. Hay que volver a acertar, para ser más precisos. Como ya lo hicieron nuestros precursores hace ciento veinte años alumbrando la idea de la nación vasca. Como lo hicieron durante la guerra civil, la postguerra y el proceso de creación de la Unión Europea. Como acertaron en la transición. Y como acertaron creando y recuperando instrumentos de autogobierno que nos han proporcionado ese tipo de identidad tan valioso hoy en día: el de la seriedad, la solvencia.
Estas cosas, que son los debates del futuro le parecen a alguno ideas de Mortadelo y Filemón, simplemente porque no las entiende. Está anclado en esquemas del siglo XIX estados nación e identidades excluyentes y exclusivas que no se llevan en el mundo de hoy. Está atrapado por sus propios errores y contradicciones. Seguramente porque no se ha fijado quiénes y qué tipo de obstáculos ponen a las soluciones europeas a problemas como el de la inmigración y los refugiados. Otros, desde el pleistoceno llaman a estas reflexiones ideas antiguas, mientras se envuelven en banderas, himnos y perfumes que huelen a NO-DO más que a ninguna otra cosa. Son los que topan con un 48% de voto pro independentista en Cataluña y siguen pensando que no pasa nada.
Que decir de los que siempre llegan tarde a todo. De los que se mancharon de sangre. de los que, como buen inquisidor, eran especialistas en excomuniones militares (acababan en el cementerio) y civiles. Parece que ahora se han dado cuenta de que el camino realizado hasta la fecha no solo sin ellos sino con el más rotundo y negro de los boicots es hoy una realidad operativa, viable, con potencialidad.
Nosotros, a lo nuestro, a seguir acertando. A seguir trabajando por la diversidad, los derechos, todos los derechos de todas y todos. A seguir trabajando con todas las minorías oprimidas del mundo, como estos representantes de la isla de Bioko que son solo una de las muchas delegaciones venidas de otras partes del mundo que se emocionan con nosotros cada último fin de semana de septiembre pensando, de verdad, que hay que creerse que al menos parte del futuro está en nuestras manos y obrar en consecuencia.
30.000 globos lanzaron al cielo de Foronda ese mensaje.
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