LA IGUALDAD, PRINCIPAL VENTAJA ENTRE EUROPA Y SUS COMPETIDORES
Hoy he participado en nombre de ALDE en el debate del informe sobre la estrategia de la UE para la Igualdad después de 2015. El documento, como podéis leer, revela que la falta de estadísticas homologadas, indicadores compartidos y evaluaciones periódicas y publicas sobre los resultados de las políticas de igualdad a nivel europeo lastran mucho los resultados de las medidas puestas en marcha para conseguir una igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Las restricciones presupuestarias vinculadas a la crisis y las enormes diferencias entre unos y otros estados miembros en esta materia son otros aspectos que afectan a las eficacias de las políticas de igualdad a nivel europeo.
Yo no he querido repetir la monta a de cifras y consideraciones que aparecen en el informe. Me ha parecido más interesante destacar que el mejor impulso que podemos dar a la igualdad en Europa es convertir este objetivo en una de las bazas estratégicas para mejorar la posición de la economía europea frente a sus competidores. La igualdad es entre otras cosas una suma de capital humano. Es imprescindible porque es inteligente, sostenible e integradora. De hecho es hoy nuestra gran ventaja competitiva frente a competidores anclados aún en roles de género casi medievales. Pensemos en lo que esto significa y lancémonos, definitivamente a la conquista de la igualdad.
Por esta simple razón he defendido reiteradamente que las políticas de igualdad son una inversión y no un gasto. Por eso la igualdad efectiva entre hombres y mujeres es estratégica para Europa. El éxito de nuestro modelo 2020 depende de la incorporación del talento y la capacidad de las mujeres al mercado laboral, a la innovación y a los procesos de toma de decisión en el ámbito público y privado.
Pero además es una cuestión de justicia y derechos fundamentales. Me parece fundamental destacar este aspecto en un entorno como el europeo en el que seguimos padeciendo la lacra de la violencia de género. Para mí esas agresiones, generalmente en el ámbito doméstico, los esquemas de dominación en que se basan, la amenaza difusa que supoen contra todas nosotras es una verdadera forma de terrorismo. Un terrorismo silencioso que no genera la misma conmoción que otros crímenes. Quizá porque en algunos estados de la civilizada Europa sigue siendo un asunto doméstico. Por eso me escandaliza escuchar hoy a miembros del UKIP hablar contra este informe e incluso refutar cuestiones tan básicas como la intervención que pueden realizar las autoridades públicas desde la educación, el control de los estereotipos, etc, para combatir los roles de género. Todo porque “las instituciones no se pueden meter en cómo se arreglan los matrimonios en su casa”.
Hay razones más que suficientes para animar a las instituciones europeas y las de sus estados miembros a «tomarnos este asunto en serio, incorporarlo como vector horizontal en todas las políticas de la unión, establecer estadísticas, indicadores y evaluaciones sistemáticas, publicar los resultados de estas mediciones y corregir lo que sea necesario hasta conseguir una igualdad efectiva. Al menos un estándar mínimo en todos los estados europeos que coloque unas bases más sólidas que las que tenemos hoy para avanzar en este objetivo. Para ello necesitamos además una implicación activa de los hombres. Basta con que se pregunten sobre lo que les arrebata la desigualdad.
No avanzaremos mucho mientras a las buenas palabras, los buenos planes o las mejores intenciones se opongan hechos lamentables. Aquií en términos por ejemplo de paridad es penosa la composición de la actual Comisión Europea. Los estados dan un ejemplo malísimo cuando proponen a las personas que quieren colocar el el ejecutivo de Bruselas, pero también cuando vetan la directiva sobre bajas de maternidad o la que pretende regular la paridad en los consejos de aministración.
Qué decir de los escándalos vividos aquí con los debates sobre salud sexual y reproductiva. Sencillamente reflejan la distancia que hay entre lo que decimos, lo que de verdad pensamos y lo que, en consecuencia, hacemos. Pasemos pues de las palabras a los hechos.
Category: Blog
Comentarios (4)
Trackback URL | Comentarios Feed RSS
Sitios que enlazan a este Post