EUROPA RATIFICA CON DINERO CONTANTE Y SONANTE SU APOYO A LA Y VASCA
La Comisión Europea hizo públicos ayer los proyectos de infraestructuras que apoyará con 13.300 millones en los próximos ejercicios. De esa cantidad 813 millones cofinanciarán obras vinculadas al Eje Atlántico situadas en Euskadi. Europa apoyará con estos fondos varios tramos de la Y vasca y obras destinadas a convertir el puerto de Bilbao en el principal de la cornisa cantábrica en esta red trans-europea de infraestructuras de transporte. Esta noticia me ha producido una enorme satisfacción. Por una parte supone un espaldarazo europeo a la mayor infraestructura que se ha construido en los últimos años en Euskadi. Y demuestra que se trata de un proyecto europeo. En cuanto al puerto de Bilbao la satisfacción es doble porque fue una enmienda nuestra la que incluyó la conexión de esa infraestructura con la Y vasca y completó con esa intermodalidad el equipamiento del que es ya puerto principal del eje atlántico en la cornisa cantábrica.
Por eso hay que celebrar y agradecer la apuesta europea por unas obras que hay que entender como parte de un proyecto continental. Esta apuesta acredita igualmente que las instituciones vascas obraron correctamente al liderar las obras en un momento en que se encontraban paralizadas y en el que pesaba sobre ellas la amenaza de ETA. De no haberse logrado la encomienda que permitió al Gobierno Vasco dar un impulso definitivo a los trabajos ahora no hubiésemos obtenido estos fondos y, lo que es peor, correríamos el riesgo de no disponer de una conexión intermodal capaz y eficiente con el resto de Europa. Este es un proyecto europeo con el que Euskadi ha estado siempre comprometido.
La elección de estos proyectos es coherente con las prioridades aprobadas en el Parlamento Europeo para eliminar cuellos de botella en zonas transfronterizas y dotar a los corredores europeos del máximo grado de intermodalidad, es decir de la posibilidad de combinar en estos corredores el máximo número de modos de transporte. Por ello hay que destacar y agradecer la coherencia de la Comisión Europea al apostar por estos proyectos. Las subvenciones que recibirán las infraestructuras a construir en suelo vasco cubren entre el 20 y el 40% de la inversión total necesaria para concluirlos.
En concreto en la comunicación realizada ayer por la Comisión Europea, se detalla la distribución de la primera parte de las inversiones que las instituciones comunitarias realizarán hasta 2020 para completar la red principal trans-europea de transporte. La Unión tiene previsto invertir hasta esa fecha 50.000 millones de euros que deben movilizar otro tanto para eliminar los cuellos de botella que estrechan los corredores transeuropeos en varias zonas transfronterizas y conectar puertos, aeropuertos, autopistas, ferrocarriles y otras vías de transporte a las redes principales.
De los 813 millones que financiarán obras en el País Vasco el 64% se destinarán a tramos de la Y vasca. El llamado “Nudo de Bergara” recibirá 459 millones de los 1147 que se van a invertir para terminarlo, el 40% de la inversión. Otros tramos que unirán con alta velocidad Vitoria y Bilbao recibirán 39,1 millones de euros el 20% de la inversión prevista. Diversos proyectos referidos al puerto de Bilbao para convertirlo en la instalación “Core” de la cornisa cantábrica para el eje atlántico se llevarán 25,1 millones de euros de los 126 que se van a invertir.
La apuesta en territorio vasco se corresponde igualmente, como ya anunció la comisaria Bulc en una reciente respuesta a una pregunta parlamentaria que le hicimos, con la financiación de proyectos al otro lado de la frontera para conectar con el tramo vasco del corredor atlántico. En concreto se van a destinar a este fin 52 millones para apoyar el 50% de la inversión para el tramo Burdeos-Dax y 4 a un estudio que costará 20 millones destinado a preparar infraestructura y logística para posibles autopistas del mar entre el puerto de Burdeos y sus correspondientes atlánticos entre los que se encuentra el puerto de Bilbao.
Las prioridades de inversión y los mecanismos financieros destinados a apoyar estas obras fueron aprobados por el Parlamento Europeo en 2014. Como miembro de la Comisión de Transporte en la Eurocámara fui la representante de mi grupo parlamentario en el informe sobre redes transeuropeas de transporte. Fruto de nuestras aportaciones, además de una importante participación en la determinación de las prioridades se reforzó, en estas normas comunitarias, la posición de los coordinadores de cada corredor continental. Esta figura es la responsable de analizar las inversiones que realiza cada estado en las obras que le competen y determinar si se corresponden con las prioridades establecidas. El pasado mes de marzo la comisión de transporte del Parlamento Europeo visitó las obras del corredor atlántico en Euskadi y ratificó el carácter europeo del proyecto y el compromiso comunitario con el mismo.
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