OTXANDATEGI ABESBATZA HACIENDO HISTORIA EN BRUSELAS

Acabáis de presenciar algo histórico. Tras un laborioso proceso de autorización el Txistu y el tamboril, el euskera, nuestra música, dejaron huella en el salón de plenos que el Parlamento Europeo tiene en Bruselas. Era la primera vez que un grupo de visitas de las que se acercan cada día a Bruselas a conocer de primera mano el trabajo de las instituciones intentaba algo parecido. Solo que Otxandategi abesbatza, a base de insistir, consiguió el permiso para dejar en aquellas bancadas mucho más que palabras.

Y es que este grupo de personas inquietas, curiosas y con unas enormes ganas de abrirse al mundo trajeron hasta Bruselas una forma de ser y estar en el mundo que me hace estar orgullosa de las gentes que forman nuestro país. Aquí tenéis sus impresiones después de la charla de cerca de noventa minutos que mantuvimos el jueves pasado en Bruselas.

 Todo lo que ha rodeado la visita del coro Otxandategi de Berango a la capital comunitaria ha sido singular, como es singular el espíritu que anima a esta agrupación de música y danza con profunda, intensa y acreditada vocación social. Una vocación que se expresa con hechos contundentes.  Ellos fueron los artífices del disco Aby potxolatodo un ejemplo de compromiso activo con los que menos tienen, de mestizaje social, cultural, vital, de mucho más que palabras. Ellos cantan, bailan desarrollan un trabajo de creación cultural en que la práctica del mestizaje, el canto a la convivencia entre distintos es una obsesión.

Creo que la visión de este vídeo es obligatoria.

 Y a base de convivencia se fraguó esta visita. Oí cantar a varios de los componentes de Otaxandategi en el marco del Sukalki una de las fiestas populares más célebres del calendario festivo de Bermeo. Uno de los artistas me reconoció, se me acercó y charlamos un rato. Siguieron cantando y me pareció oportuno homenajear su esfuerzo con unas anchoas. Me quedó claro que tenían interés por los temas europeos. Poco después nos visitó una asociación de enfermos de parkinson. Entre sus componentes figura mi amigo Josu. Resulta que la música era una de las terapias que animaban a olos componentes de essta asociación, que les ayudaban a sobrellevar su enfermedad. Resulta que era Iñaki González el director de Otxandategi Abesbatza el que traajaba con este colectivo en otra nueva muestra de la vocación social de Otxandategi.

Por esa vía volvieron a contactarme y así acabaron llegando a Bruselas.La pasada semana los componentes de Otxandategi Abesbatza han visto sobre el terreno qué son y a qué se dedican las instituciones europeas y les han puesto cara y ojos. Han visto el trepidante ritmo que se vive en los pasillos de esta pequeña ciudad que es el edificio del parlamento y se llevan otra imagen muy distinta de la que tenían antes de venir. Yo me quedo con el recuerdo imborrable de su visita, con la profunda humanidad que acredita su trayectoria y con el busto de Simón Pedro de Otxandategi y Aretxabaleta, el benefactor de Berango que me entregó la alcaldesa Ana Landa.  Otxandategi da nombre a este coro y desde la pasada semana recuerda en Bruselas la calidad humana de Berango. Otxandategi tiene también su plaza en mi despacho en el Parlamento Europeo

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