ROMPIENDO LANZAS POR UNA FISCALIDAD MAS SERIA TRAS EL TSUNAMI DEL LUX LEAKS
Esta semana hemos tenido “mini pleno” en Bruselas. Lo de “mini pleno” es el eufemismo que se utiliza para poder hacer aquí sesiones para aliviar los órdenes del día de los plenos que mensualmente celebramos en Estrasburgo. Ya sabéis que una semana al mes la pasamos en la capital de Alsacia sesionando. Es un gasto tremendo y desde la perspectiva organizativa un gran trastorno. Pero por el momento y pese a las peticiones reiteradas de los y las eurodiputados, no hay manera de cambiarlo.
En esta sesión había muchos temas interesantes, pero destaco uno en el que pude intervenir. Ayer estaba caro el turno de palabra. Me refiero al Informe Anual sobre Fiscalidad en la Unión Europea. Un documento que se esperaba con mucho interés tras la aparición del escándalo del lux leaks. Ya sabéis que tuvimos que pronunciarnos claramente al respecto cuando afloró esta práctica que consiste en negociar con las empresas para que trasladen los beneficios que obtienen por su actividad en cualquier país a sedes centrales que estaban en Luxemburgo. En este pequeño estado, con la renta per cápita más alta de Europa, se acordaba con ellos una tributación entre benigna y magnánima por esos beneficios, sustrayendo recursos a haciendas de otros estados miembros.
Por Luxemburgo pasamos cuando vamos en coche hacia Estrasburgo a estos plenos mensuales. Todo el mundo para allí a tomar café, echar gasolina (más barata que en Francia y Bélgica también por los impuestos que se aplican allí a los combustibles) y a comprar tabaco y alcohol por las mismas razones. En los escasos treinta kilómetros que recorres te adelantan coches de alta gama todo el rato. Por eso, entre otras cosas como que Francia hizo lo mismo sin consecuencia alguna, es tan molesto aguantar luego una multa como la que nos pusieron a nosotros por las vacaciones fiscales.
Así que ayer aproveché el debate para pedir lo que desde una hacienda pequeña como la vasca y que trabaja sobre un territorio de tradición industrial y con una enorme querencia por la economía real, se considera más que urgente, imprescindible. Se trata de que haya una mayor armonización entre las haciendas europeas en los tributos básicos para la actividad económica. No apostamos por la uniformidad total, pero si por la armonización. Los márgenes que queden, que deben servir para adaptarse a las características de cada cual, deben dedicarse a apostar por la economía de verdad. En definitiva es mejor que las haciendas compitan ehtre sí con estos márgenes estimulando la innovación, la internacionalización, financiando programas industriales, apostando por la formación, etc que animando a la elusión fiscal. Es el mejor mecanismo para apoyar la economía productiva.
Este informe anual sobre fiscalidad en la Unión Europea ha sido en los últimos años una gran plataforma para nosotros. En estos debates el Parlamento europeo se ha pronunciado a favor de una descentralización responsable de la administración fiscal y sistemas como el Concierto Económico para prevenir el déficit y acercar la fiscalidad a la economía productiva. Este año, tras el escándalo Lux Leaks el documento profundiza especialmente en cuestiones como la armonización fiscal, la lucha contra el fraude, la elusión y la planificación fiscal agresiva y los paraísos fiscales. Igualmente reivindica más trasparencia y participación a la hora de planificar unos sistemas tributarios que deben adaptarse mejor a la situación de la economía.
En ese marco creo que hay que reconocer el esfuerzo que hace este informe para concretar. La credibilidad de nuestras instituciones comunes europeas necesitaba un documento como este tras el escándalo Lux Leaks. Tras aquel tsunami hace falta transparencia sobre el funcionamiento de las haciendas europeas, más armonización y participación para que los contribuyentes aporten iniciativas que empasten mejor impuestos y realidad productiva. La fiscalidad debe ponerse al servicio de la economía real, favorecer al contribuyente honesto y castigar la rapiña financiera, la elusión, la evasión y la planificación fiscal agresiva. Os recomiendo, para que hablemos de lo mismo, que leáis las definiciones que aparecen en el informe sobre estas prácticas.
El informe profundiza también en sanciones para este tipo de prácticas. Nosotros apoyamos que además de las sanciones fiscales deberían quedar al margen de la contratación y las ayudas públicas quienes se dediquen a estas prácticas. Finalmente nos ha parecido muy importante reiterar nuestro apoyo a la tasa sobre transacciones financieras que genere recursos propios para las instituciones comunes europeas. También hemos apostado por una urgente reforma del IVA, que está viejo, es injusto y facilita la elusión. Y, porque no decirlo, nos gusta que, de una vez se hable con claridad sobre el enfoque planetario que necesitan estos temas, porque el combate contra los paraísos fiscales y los listillos que hacen de este pasteleo entre haciendas piratas un verdadero y lucrativo negocio es global. Me gusta por eso que este informe detalle medidas muy concretas para una coordinación a nivel global en materia fiscal para luchar contra los paraísos fiscales. Eso es lo que los europeístas verdaderos esperamos de nuestra Unión.
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