ROMPIENDO LANZAS POR LA ECONOMIA DE VERDAD. APOYANDO LA INDUSTRIA DEL ACERO

La Comisión Juncker se ha planteado como objetivo principal reactivar la economía europea y empieza con el plan de reactivación y revisando los planes de apoyo a la industria europea. A última hora de ayer debatimos en pleno sobre la Industria del acero. Yo pedí  a la Comisión Europea, de acuerdo con las previsiones incorporadas a nuestro programa,  que acometa con urgencia la unificación de los mercados de la energía y financiero, que aconseje medidas fiscales para promover la innovación y que apueste en sus políticas por las persona. Son algunas de nuestras recetas para devolver a Europa al liderazgo mundial en el sector industrial. Desde ALDE también lo tenemos claro y en esta línea van nuestras propuestas para la reactivación económica.

Nosotros hemos apostado siempre por este sector, desde que en 1981 nos hicimos cargo de la tuina que nos entregaron los primeros gobiernos de la transición. Aquella apuesta nos costó críticas y hasta burlas. Pro los resultados están ahí. Lo estamos pasando muy mal, pero aguantamos mucho mejor que otros. Y eso es porque tenemos un sector industrial diversificado, potente, internacionalizado y que no se rinde. Por eso  ayer destaqué apuesta europea por la industria porque en el País Vasco consideramos agente principal de la economía real y el sector más capacitado para ofrecer empleos estables y de calidad. Un antídoto contra el paro. La mejor garantía para nuestro modelo social. El acero es, junto a la energía, una de las claves de este proceso por su presencia horizontal en todas las producciones industriales.

Estas fueron las cuatro aportaciones concretas que hice en el debate porque algunos de los problemas que nos impiden consolidar lo que tenemos y crear nuevas oportunidades, están bastante claros. Solo falta que nos convenzamos de que el verdadero enemigo de nuestra industria está fuera de Europa y que hacernos trampas entre nosotros para salvarnos individualmente nos conduce a la ruina.

Para empezar, el acero es y necesita conocimiento. El diferencial de costes laborales no es un buen argumento para competir. El futuro está en nuestra capacidad tecnológica y de gestión. En definitiva el progreso de la industria del acero se basa en las personas y su conocimiento y en la innovación. Por eso la apuesta por la formación antes de integrarse en las empresas es fundamental. Debe realizarse a nivel de formación profesional y universitario y animar las vocaciones técnico científicas. Y hay que coordinar la oferta de formación con las necesidades del mercado laboral.

Nos hace falta además sensatez a la hora de elaborar normas que afecten a la industria en general y la del acero en particular. Nuestra legislación debe asumir  que competimos en un mercado global. No podemos permitir que los gaps sociales o medioambientales de terceros les ayuden a colocar aquí sus productos. Hay ejemplos en todos los sectores. Si nosotros y nuestras industrias deben cumplir unos requisitos exijámoselos a todos los que venden aquí, fabriquen donde fabriquen.  Y seamos plenamente conscientes de que en este momento lideramos de calle la sensibilidad medioambiental en el mundo. Es hora de exigir a los demás que nos alcancen antes de seguir avanzando.  En ese movimiento tenemos una oportunidad de negocio porque nuestras tecnologías limpias deben abrirse paso en los países desde los que acechan, sin esos requisitos, nuestros competidores.

La industria en general y la del acero en particular necesitan estabilidad. No se pueden cambiar constantemente las condiciones de operación y hay que garantizar regularidad en el suministro y precio de los imputs básicos de la producción. Esto significa energía, financiación y aseguramiento en igualdad de condiciones para todos. La competitividad que algunos países ganan con innovación esfuerzo y conocimiento desaparece porque no hay igualdad en el acceso a estos recursos básicos. En Euskadi nos ocurre eso. Con las primas de riesgo que han afectado al precio del dinero, con la contracción del crédito que protagonizan las entidades financieras y especialmente con los diferenciales en el coste de la energía conozco empresas que han visto desaparecer por ese sumidero sus esfuerzos científicos, tecnológicos y de gestión. En esas condiciones es fácil animar al “que inventen ellos”.  Igualmente es imprescindible un plan real a medio y largo plazo de inversiones en infraestructuras. Es bueno para saber qué ventajas competitivas va a aportar por ejemplo un transporte más eficiente. Y es vital para planificar con una posibilidad cierta de acertar, la posible evolución de la demanda.

Finalmente no me resistí a pedir  coherencia especialmente en el terreno fiscal entre objetivos y políticas. “El terremoto “Lux Leaks” que ha destapado que 22 estados europeos estaban más preocupados por atraer sedes sociales a sus estados y recaudar ellos aún a costa de empobrecer a otros es una vergüenza. Pero además es una aberración si realmente nos creemos lo de la economía real y queremos devolver al sector financiero al lugar del que nuca debió salir: ser una herramienta al servicio del crecimiento.  Nosotros esperamos que de este escándalo salga un procedimiento para realizar una convergencia fiscal progresiva pero real, para eliminar paraísos fiscales y para dar una vuelta de tuerca completa a la filosofía de la fiscalidad sobre el sistema productivo.  Por eso abogué por desterrar esta suerte de competencia fiscal interna que perjudicar así los recursos públicos disponibles en Europa para enfrentar la crisis. Las haciendas europeas deben utilizar sus márgenes de actuación para estimular la innovación. Es mucho más justo y rentable para todos

Tags: acero, aseguramiento, Energía, financiacion, Industria, innovacion, siderurgia

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