EN NAVIDAD TENDREMOS PLAN EUROPEO DE REACTIVACIÓN Y CONTRA EL PARO
Hoy he apoyado la nueva Comisión Europea presentada por su presidente Jean Claude Juncker tras escuchar que la reactivación económica y el paro son su primera prioridad y que enviará el plan de inversión de 300.000 millones de euros al Parlamento antes de que acabe el año. Es verdad que nuestro apoyo es crítico porque siguen sin gustarnos algún comisario o la escasa presencia femenina en su equipo, pero entre el desgobierno y el euroescepticismo o un programa que ha aceptado muchas de nuestras aportaciones, especialmente en lo que se refiere al apoyo a la economía real, el modelo social y la lucha contra el paro, apostamos por dar un voto de confianza a este equipo.
He apoyado al nuevo gobierno europeo por tres razones básicas. En primer lugar antes de Navidad tendremos en el Parlamento el plan de reactivación con que el nuevo gobierno europeo piensa corregir las políticas de austeridad puestas en marcha para contener el déficit. Especialmente compartimos que se haya comprometido un plan de inversiones estructurales centrado en apoyar la economía productiva y el impulso del crecimiento. Esto se va a completar con una prioridad básica, la de alcanzar en esta legislatura un mercado único de la energía que es básico para la competitividad del continente y evitar los problemas de competencia interna derivados de la actual fragmentación de este mercado. El objetivo principal, acabar con el paro, asunto en la que la Comisión se juega su credibilidad y la de Europa. Creo que ese es el principal compromiso.
También me gusta la nueva estructura planteada por el presidente luxemburgués que de facto pone en marcha un núcleo duro de vicepresidentes que empieza a demostrar el absurdo de contar con un comisario por estado y 28 carteras. La nueva estructura además facilitará la coordinación entre carteras. Nos ha parecido también muy adecuada alguna reasignación de funciones como el hecho de que todo el área de cambio climático salga de la cartera de Cañete y se albergue en la del vicepresidente Sefcovic, en nuestra opinión el protagonista de uno de los “exámenes” a comisario más brillantes de los que hemos escuchado, aunque en ese momento aspiraba a la cartera de transportes.
También me gustan los valores europeistas y federalistas que de partida abandera este nuevo equipo de la Comisión Europea. Es la primera vez que escucho a un presidente de la Comisión hablar de los estados y las naciones de Europa, que se vinculen estos dos conceptos con la idea de construcción europea y que haya también un compromiso firme para que todos los estados miembros cumplan directivas y reglamentos y se ajusten a los valores básicos europeos especialmente en materia social y de derechos humanos y respeto a la democracia. Me alegro especialmente porque hemos empezado a hablar de conceptos como ciudadanía e identidad en otros términos y con otro tono, en la línea del interesante artículo publicado ayer por el sociólogo Javier Elzo. Justo en dirección contraria a la carpetovetónica alabanza que algún intelectual hacía también esta semana de los estados nación a la antigua usanza en el día en que Bruselas, contra sus tésis, ponía a Euskadi como ejemplo del papel que un no estado ha jugado en la política industrial y el desarrollo de una sociedad que ha tenido una evolución muy distinta y mucho mejor que la del estado que la contiene. Se me hace raro ver a ese tipo de personas que vienen de dónde vienen, defendiendo a estados de esos que siguen poniendo los territorios y las categorías administrativas por encima de las personas. Hay veces que la pasión, la frustración y otros sentimientos igualmente negativos, quizá el resentimiento, nublan la razón. Juncker, luxemburgués y demócrata cristiano tiene en ese tema una sensibilidad mucho más próxima a la de los padres fundadores de Europa que a la del PP español.
En el “debe” de la nueva Comisión me sigue sin gustar ni el perfil ni los antecedentes del comisario húngaro, que se atenúan porque Juncker le ha retirado el área de ciudadanía que va a la cartera del comisario de Interior e inmigración. Tampoco me gustan los conflictos de intereses que han rodeado la nominación del comisario español (aquí podéis leer una valoración más detallada) o la deficiente comparecencia del británico Jonathan Hill, que no podemos corregir en votaciones comisario a comisario. Solo tenemos la opción de votar al equipo en su conjunto. Tampoco me gusta la escasa presencia femenina en el nuevo equipo, pero eso, como bien ha destacado el nuevo presidente, es un problema de los estados y las candidaturas que han enviado. Espero que el nuevo equipo responda a sus compromisos y no tengamos que lamentar el voto de confianza que les ofrecemos en este pleno.
Category: Blog
Izaskun pero donde estas ??? espero que no tardes como el plan europeo de reactivacion y el anuncio del turron… vuelveee a casa vueeelve por navidad :)
Musus
Navidad se anuncia ya a la vuelta de la esquina.
Y el caso De Miguel, con cinco años de instrucción a sus espaldas sigue aún sin sentencia, que yo sepa
Quizás haya suerte y nos llegue antes del 28 de diciembre, el pronunciamiento de la justicia sobre ese turbio asunto que tiene empitonados a unos presuntos delincuentes por actuaciones de cuando ejercían de hombres del PNV con mando en plaza.
Ganas tengo de conocer el final, la verdad judicial.
Permítame, Mr Lo, que me remita a una expresión muy española, y muy castiza, que seguro Vd conoce:
«Y habló de putas la tacones».
Eongo gatxik!