LA POLITICA DE LA GESTIÓN Y LA POLITICA DE LA EMOCION
Este domingo he compartido unas horas con los alderdikides de Zuia. Yme encantó poder hablar de emociones, de valores, de las cosas que hacen fascinante y atractiva a pesar de todos los pesares la política. No me gusta meter rollos y voy a procurar no extenderme nunca más de diez minutos en los actos de este tipo que menudearán hasta que comience la campaña. Me toca hablar de Europa y he decidido, en la medida de lo posible no utilizar esa jerga tan complicada que se usa en Bruselas. Palabras como subsidiariedad, trasponer, trílogo, troika, comitología…son necesarias porque son precisas, pero no acercan Europa a la gente. Europa está lejos también porque en Bruselas hoy se habla mucho de austeridad y poco de personas. Prefiero la de Agirre y Landaburu, la de Schuman o De Gasperi. Más humana, más próxima, centrada en la gente y en resolver sus problemas. Social. Plural. En ese empeño europeo estuvimos vascas y vascos desde el principio. Con la Europa de todas sus naciones. Eso quiere decir más Euskadi para otra Europa, para una Europa mejor. Nuestro lema de campaña. El domingo en Legutio expliqué porque creo que EAJ PNV es el único partido capaz de llevar ese mensaje al corazón de las instituciones europeas.
Cuando llegue hace cinco años al Parlamento Europeo ETA seguía actuando. Mi primera preocupación fue demostrar que aquella siniestra organización no tenía nada que ver con lo vasco, que era solo una banda de asesinos. Que sus actividades son aún hoy un drama para las víctimas y una tragedia para nuestro país. Mientras ellos destruían, la inmensa mayoría de nosotras y nosotros construíamos. Hoy gracias a ese esfuerzo colectivo tenemos un país reconocible y apreciado. Ejemplar en muchas cosas. Interesamos en Europa. Euskadi no responde para nada al modelo de los violentos y quienes les apoyaron. Ya sabemos pues que en defensa de nuestro país, el de hoy, el de verdad, nada podemos esperar desde el lado de quienes se han dedicado treinta años a boicotear su desarrollo y ahora hablan de declaraciones unilaterales de independencia.
En Bruselas además hay que defender el Concierto y el Convenio, la Ertzaintza, el euskera… todas las instituciones que a los ojos de Europa certifican que somos una nación. En este trabajo ya sabéis que no vamos a contar nunca con los que no cumplen ni el estatuto. Tampoco con los que insultan al lehendakari y dicen liderar el Eje Atlántico mientras no ponen un duro para la Y vasca o cierran Foronda. Son los mismos que recortan en educación porque creen que eso es gastar en vez de pensar que hay que invertir en las personas. En definitiva no se puede contar con los que le tienen miedo a la Democracia. A los unos y los otros les une el miedo que tienen a que la gente, pacífica y democráticamente, pueda decidir.
Por eso me he pasado cinco años demostrando en Europa con cifras que en treinta años hemos sabido convertir la ruina industrial que recogimos en un país de cuerpo entero, viable, real. He aportado con la ayuda de centenares de organizaciones vascas nuevas ideas que gracias a nuestras iniciativas parlamentarias son hoy normas europeas.
Pero algunas marcas país pesan mucho y para mal. Y cuesta un montón hacer ese trabajo. Por eso hay veces en que se me acaban las palabras. Entonces, conté el domingo en Legutio, recurro a las imágenes definitivas. Hace tres años que dispongo de un vídeo espectacular: Lo protagoniza Xabier Agirre, el presidente del Araba Buru Batzar. Se le ve en el pleno en el que dejó de ser diputado general. Se le escucha decir digno, y convencido que prefiere perder el poder que conservarlo a costa de pringarse en el barro del nepotismo y la corrupción. «Si, dicen mis interlocutores, cuando ven ese minuto glorioso: eso es imposible que ocurra en España».
Es la política de la gestión, pero es además la política de la emoción, la de la carne de gallina. Cada vez que escucho este vídeo me siento orgullosa de ser del EAJ-PNV. Sin complejos. Porque somos. Porque sabemos. Porque hemos hecho y vamos a seguir haciendo país. Porque en ese intento sumamos con más de ochenta diputados. Por eso estoy orgullosa de representar a Euskadi un país solvente, serio, con futuro, con potencialidad. Que tiene que seguir en Bruselas y Estrasburgo apostando por esa Europa mejor. Eso nos jugamos en las elecciones europeas.
Category: Blog