CARLOS: LA CONTUNDENTE LEVEDAD DEL HIDRÓGENO. UNA EXPERIENCIA NAVARRA DE CINCO ESTRELLAS.
Esta semana hemos tenido la oportunidad de seguir conociendo experiencias protagonizadas por personas que mirar al futuro, que hacen de la curiosidad y el emprendimiento una divisa para enfrentar la vida y que por ese camino acaban siendo referencia en sus campos de actividad. El lunes tuve la oportunidad de acercarme hasta Iruña-Pamplona y compartir un intenso y agradable encuentro con el “Grupo Hidrógeno” que desde la Universidad Pública de Navarra ha desarrollado la máquina movida por hidrógeno más potente de las que funcionan en el estado español.
Estuvimos con un equipo de universitarios que aplicando la divisa “algo más que lo ordinario” han sido capaces de poner en marcha y controlar un proceso destinado a capacitar un motor de combustión interna convencional para funcionar con hidrógeno. Quiero agradecer desde aquí a Pedro Diéguez Elizondo y su equipo la amabilidad y paciencia con que nos atendieron. No somos tecnólogos y creo que entendimos perfectamente la oportunidad y alcance del empeño que se traen entre manos a la sombra del Sadar este doctor en Ingeniería gasteiztarra de origen y vocación, además de buceador, piloto de avionetas, sukaldari y apasionado del rugby y sus colaboradores. Mi gratitud también al vicerrector de investigación Carlos Ansorena con el que mantuvimos un interesante cambio de impresiones y al rector Julio Lafuente que tuvo la amabilidad de interrumpir una reunión para dedicarnos unos minutos.
La verdad es que aprendimos mucho en poco tiempo gracias a la capacidad didáctica de quienes nos atendieron y porque disponen de algunos ejemplos bien expresivos que permiten progresar rápidamente de algunos conceptos abstractos a lo concreto. Sin duda lo más expresivo es Carlos que toma su nombre de Carlos Sopena Serna uno de los impulsores de esta iniciativa trágicamente desaparecido en un accidente de tráfico. El empeño es ya mucho más que un experimento académico. Carlos es un Volkswagen Polo en el que tuve la oportunidad de recorrer algunos kilómetros propulsada por una energía limpia, suministrada por hidrógeno obtenido por procedimientos renovables. Una experiencia que espero se generalice más pronto que tarde porque el rendimiento de la máquina y las actuales posibilidades que ofrece me convenció. Agazapado en el futuro está el hijo de este primer prototipo, el intento de repetir la experiencia sobre un motor sobrealimentado que esperan les permita duplicar el rendimiento del motor actual y acercar mucho más las prestaciones de este combustible a los fósiles tradicionales sin los efectos secundarios que padecemos. Hasta ahora han contado con contratos y colaboraciones con diversas empresas como Acciona o Volkswagen. Ahora buscan un camino para seguir adelante y propiciar que la realidad que se traen entre manos pase a la historia como mucho más que un sugerente experimento académico.
Llegar hasta aquí ha requerido un despliegue de ingenio en lo fundamental, el conocimiento científico del hidrógeno, la mecánica, la electrónica y otras disciplinas, pero también en lo básico: la resolución con poco dinero y mucha vista de problemas prácticos que con más medios no plantean tanta dificultad. Así los depósitos de hidrógeno que carga Carlos son botellas de buceo convencionales, igual que toda la valvulería que administra el combustible en las dosis correctas y con seguridad. El laboratorio del grupo Hidrógeno es así un centro tecnológico de alto nivel pero también un campo de pruebas para los más insospechados reciclajes. Un expresivo y efectivo ejemplo de rebelión pacífica contra los recortes y la precariedad, un ejemplo de cómo pasar de las musas al teatro. Un resultado práctico del empeño, el catalizador que convierte la esperanza en realidad. Solo por eso merecen seguir adelante. Yo añadiría además que les necesitamos en ese empeño.
Por eso nos acercamos allí para conocer mejor esta experiencia y para animar a los miembros de este grupo y su universidad, como expertos que son en energía y sostenibilidad, a participar en la aventura de regular con acierto las directivas y reglamentos que ya se están internando en cuestiones como las energías alternativas y sus infraestructuras. Ya están en nuestra red de contactos y esperamos con interés sus aportaciones. Además van a devolvernos la visita en Bruselas y esperamos verlos el próximo 7 de abril por allí, dejando la tarjeta de visita de esta experiencia en esos despachos que a veces se perciben tan lejanos pero que buscan hoy en proyectos como el del “Grupo hidrógeno”, una solución para las tribulaciones que vive el viejo continente. Ya tenemos otro ejemplo para situar Navarra y esa forma de hacer en el mapa de Europa. Eskerrik asko por vuestro empeño y determinación. Y muchas gracias también por la reseña de la visita que publicasteis en vuestra página.
Category: Blog
saludos desde argentina al ing pedro dieguez elizondo