AL RESCATE DE LAS PERSONAS
Esta mañana he podido tomar la palabra en el debate que hemos celebrado en Estrasburgo para preparar la cumbre europea que se celebrará en Bruselas los próximos días 20 y 21 de marzo. Me parecía que la ocasión merecía poner en valor la defensa que el lehendakari realizó la semana pasada en Bilbao en el Global Forum Spain del modelo vasco de desarrollo económico con desarrollo social. Me pareció una gran intervención en un foro acostumbrado al discurso único.
Creo que una de las iniciativas vinculantes a las que se refería esta mañana el presidente de nuestro grupo en el debate podía muy bien referirse al procedimiento mediante el que los bancos rescatados con fondos públicos deben devolver este esfuerzo público a la ciudadanía engrasando con créditos la economía real. Porque la especulación financiera nos ha conducido hasta aquí. Y porque esa lógica no nos va a sacar del apuro. Las finanzas son una herramienta, un instrumento al servicio del desarrollo, no el principio y el fin de todo. Olvidar ese principio, padecer el gobierno de la codicia y la frivolidad es el verdadero origen de la crisis.
Por eso he solicitado hoy a los presidentes del Consejo y la Comisión europea que en el próximo consejo europeo de marzo y en la reunión de alto nivel que se celebrará en nueva York en Septiembre se ponga el mismo empeño en rescatar el empleo que el que se ha dedicado a rescatar a la banca. La solución a la crisis está en la economía real. Y en el mundo actual, en Europa, ésta solo será competitiva si cuenta con nuestro mejor patrimonio: el capital humano, las personas, los jóvenes las mujeres que son los actores de la economía real, no en la especulación financiera.
A estos efectos era especialmente oportuna la solemne declaración que protagonizó el lehendakari Iñigo Urkullu la pasada semana en Bilbao ante el Global Forum Spain en las que pidió un triple compromiso con las personas, con el empleo y con la economía real. Recordando expresiones literales de la intervención del lehendakari, he recordado a los máximos mandatarios europeos que es hora de poner el mismo empeño en el rescate del empleo que el dedicado al rescate bancario. Los bancos rescatados deben devolver el esfuerzo público engrasando la economía con crédito a los emprendedores. En definitiva se trata de impulsar un desarrollo económico con desarrollo social. Mejor proponer y propiciar que los chinos trabajen como nosotros que intentar competir trabajando sin protección social y entre nubes de humo venenoso. Porque el mundo, así, no es sostenible.
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