UN PASO ADELANTE. MAS CERCA DE UN ESPACIO FERROVIARIO EUROPEO
Hoy ha sido un buen día para nosotros en el Parlamento Europeo. Tras meses de trabajo hemos aprobado los acuerdos a los que hemos ido llegando con los grupos parlamentarios en el informe del que saldrá la directiva sobre interoperabilidad ferroviaria. Ya os conté que «Europa necesita un sistema integrado de movilidad más eficiente y menos contaminante que el que tenemos hoy. Eso básico para nuestra competitividad. El tren es muy importante para conseguirlo y su desarrollo está hoy limitado por barreras vinculadas a la situación previa a la creación de la Unión Europea Las grandes compañías estatales quieren mantener sus cuotas de negocio lo que es lógico, pero no al precio de impedir que otros operadores compitan con ellos ofreciendo servicios sobre unas infraestructuras que pagamos entre todos. Para superarlas necesitamos un espacio ferroviario único en el que operadores y fabricantes de infraestructuras y material rodante puedan ofrecer servicios mejores y más baratos a los pasajeros y a las empresas que mueven mercancías. La directiva de interoperabilidad es un paso más en esa línea. Simplifica trámites, elimina barreras, facilita la aparición de servicios transfronterizos y quiere abrir un mercado que tiene mucha potencialidad para mejorar la vida de la ciudadanía, la competitividad de las empresas, generar empleo y riqueza y ofrecer una alternativa de transporte más limpia y sostenible.
Por eso estamos trabajando en este informe y en todo el paquete ferroviario. A mí me ha tocado coordinar el trabajo del parlamento y creo que era muy importante para conseguir estos objetivos reforzar el papel de la Agencia Ferroviaria Europea, (ERA) que si se aprueba esta directiva adquirirá en los próximos cuatro años la competencia de homologar y autorizar todos los vehículos ferroviarios en Europa. Esta Agencia tendrá además un papel estelar en la definición y gestión de un proceso centrado en simplificar el marasmo normativo que afecta al sector y dificulta un desarrollo más eficiente y competitivo de la red de transporte para empresas y personas en la Unión Europea. Esa es una de las propuestas del informe que tramita el Parlamento Europeo sobre Interoperabilidad Ferroviaria que se ha votado esta mañana en la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo. Los acuerdos alcanzados entre los grupos se detallan en nueve compromisos que resumen unas 388 de las 490 enmiendas presentadas a la propuesta de la comisión. Hemos dedicado a este trabajo muchísimas horas que no hubiesen alcanzado este resultado sin la inestimable colaboración de mi equipo, especialmente Itsaso Muñoa que se ha dejado literalmente la piel en este empeño y a Elvira Ramírez de la secretaría de la Comisión de Transportes.
De consolidarse en pleno el texto que ha aprobado hoy la Comisión de Transportes y a la espera de los trílogos con el Consejo y Comisión Europea que debe superar, el texto aprobado hoy por esta comisión de la Eurocámara, la Agencia Ferroviaria Europea dispondrá en cuatro años en exclusiva de la competencia para autorizar los vehículos que circulen por las vías férreas en Europa. Además creará y gestionará un registro completo de vehículos a nivel europeo, autorizará las infraestructuras físicas de los corredores prioritarios europeos (TEN-T) y las de las zonas transfronterizas que cuenten con un único gestor de infraestructuras. Igualmente su concurso será imprescindible para autorizar los sistemas ERTMS, básicos para el funcionamiento de los sistemas automáticos de seguridad. El informe hace igualmente un llamamiento para que las especificaciones técnicas incorporen la accesibilidad para los viajeros discapacitados o con movilidad reducida como criterio horizontal.
Este informe figura entre las directivas y reglamentos que conforman el cuarto paquete ferroviario destinado a crear un espacio único ferroviario europeo que consolide la opción del ferrocarril como una alternativa operativa para el transporte de mercancías y personas en toda la Unión Europea. Cuando presenté este informe traté de describir los problemas a superar en la presentación del mismo ante la Comisión el pasado nueve de julio. Entre ellos uno de los más espinosos se refería precisamente al calvario que deben soportar ahora los fabricantes de material rodante ferroviario para superar trámites burocráticos que suponen entre el 10 y el 30% del coste de las unidades, retrasan su puesta en servicio y limitan la apertura y competencia en el sector.
Igualmente la ERA se implicará en la progresiva reducción de las más de once mil normas que regulan en la actualidad el espacio ferroviario europeo y que dictan las agencias nacionales (NSA en sus siglas en inglés). Ninguna de estas agencias podrá elaborar nuevas reglas salvo que se refieran a cuestiones específicas de las redes nacionales y bien fundadas y no incluidas en ninguna de las Especificaciones Técnicas de Interoperabilidad (TSI siglas en Inglés) ya existentes.
Avanzar en la dirección descrita obliga a un gran esfuerzo para armonizar normativas, condiciones de las infraestructuras y vehículos, aplicaciones de seguridad, gestión de la circulación y otros parámetros que venían definiendo las agencias nacionales. El informe sobre interoperabilidad se centra especialmente en reforzar el papel de la Agencia Europea a estos efectos y proponer un periodo transitorio que haga posible ese cambio en las mejores condiciones.
El informe propone también el proceso de gestión del cambio otorgando un año a los Estados Miembros para la trasposición de la directiva y ofreciendo un periodo transitorio de tres años para que los solicitantes, en aquellos procesos que en el futuro serán competencia exclusiva de la ERA puedan solicitar las autorizaciones bien a las agencias nacionales o a la Europea. Se pondrán en marcha acuerdos de cooperación entre la ERA y las agencias nacionales y cinco años más tarde la Comisión Europea deberá analizar el estado de convergencia en este terreno.
La nueva directiva de interoperabilidad ofrece también respuestas a lo que técnicamente se denominan redes aisladas que básicamente se sitúan en las repúblicas bálticas, Finlandia y Rusia. En este caso las agencias nacionales afectadas seguirán otorgando las autorizaciones siempre y cuando se establezcan acuerdos de reconocimiento mutuo entre los Estados, pero dando siempre la opción al solicitante de acudir a la ERA si así lo estima. Diez años más tarde se elaborará un informe de evaluación para analizar la convergencia con la directiva.
Category: Blog
Comentarios (2)
Trackback URL | Comentarios Feed RSS
Sitios que enlazan a este Post