LA ARIDEZ QUE QUIERE DEJAR DE SERLO

Esta mañana he descubierto que tener un tema árido entre las manos no siempre es sinónimo de asunto pesado, difícil y de los que nadie quiere ver sobre su mesa. Y lo he descubierto gracias a la federación de empresas de áridos de España que ha conseguido colocar a siete de sus asociados entre las 50 mejores empresas europeas del sector por sus buenas prácticas y excelencia en asuntos ambientales, responsabilidad social con las comunidades locales, prevención de riesgos y salud laboral, contribución económica y valor añadido a la sociedad o mejores prácticas operacionales. Hoy se entregaban los premios que distinguen estas actividades por parte de la federación europea y ese ha sido el esperanzador balance de un sector que trabaja y mucho por escapar el estereotipo que les adjudica adjetivos como ruidoso, polvoriento, sucio, etc. Esta mañana antes de ir al Centro para las Bellas Artes de Bruselas BOZAR, que acogía la entrega del premio los galardonados se han pasado por aquí y les hemos grabado este vídeo. La visita la ha organizado mi colega convergente Ramón Tremosa. Yo por mi parte había quedado ya con Pedro de Andrés, de Cementos Lemona, la presencia vasca en este evento internacional.

Como habéis visto en el enlace de la federación europea, los premios que hoy ha recibido Cementos Lemona  se crearon en 1987 y tienen por objeto mejorar la gestión de las empresas del sector en los aspectos críticos que he mencionado hace un momento. Cementos Lemona es la única empresa de entre las galardonadas que ha recibido premios en dos categorías. Por una parte se reconoce la gestión de esta empresa en la categoría de Medio Ambiente y por la otra se subrayan los protocolos y buenas prácticas operacionales e iniciativas en la esfera de la gestión económica. Los otros galardonados han sido «Arids y Serveis Gravera» de Mallorca, «Aricemex» de Madrid, «Promsa-Queixans» de Girona, «Aridos Valdearcos» de Luengo de Oteros en León, «Benito Arnó e Hijos» de Leida  y Hanson Hispania de Valdilecha (Madrid) .

Ayer, tras la visita pude escaparme un momento al BOZAR y participar unos minutos en la ceremonia. Salude a todos los premiados y como es lógico dediqué una atención especial a los de casa, Jaime Martín Muñío, Luis Gil Peña y el propio Pedro que se animó a hablar en el vídeo que hay arriba. Y, qué queréis que os diga: el marco me pareció extraordinario para subrayar la vocación que tiene este premio. Esa fusión entre el arte y el ambiente un punto exquisito que siempre reina en aquellos locales con el cemento, el movimiento de tierras, la grava y otros productos semejantes era toda una declaración de intenciones. Mis felicitaciones por un esfuerzo que ojalá cambie para siempre el significado de árido cuando se emplea como adjetivo para calificar intangibles.

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