ESPALDARAZO EUROPEO A LA Y VASCA
La Comisión Europea considera que los cambios en las prioridades de inversión en infraestructuras ferroviarias francesas propuestos por la Asamblea Nacional que plantean retrasar la conexión España-Francia por Hendaya y que afectan a la Y vasca “no se ajustan totalmente a los objetivos de la Red Transeuropea de Transportes”. Por ello la Comisión anuncia que reforzará el diálogo con las autoridades Españolas y Francesas para que «ambos países se ajusten al plan recién aprobado por las instituciones europeas» en el que esta conexión figura en la red prioritaria europea y debe finalizarse antes de 2030.
Este es el resumen más contundente que se me ocurre para contaros lo que me ha respondido el Comisario europeo de transportes Siim Kallas a una pregunta en la que me interesaba por los contenidos del informe “Movilidad XXI» aprobado por la Asamblea Nacional francesa el pasado mes de Junio. Allí se planteaba dejar el enlace con la península Ibérica a través de Hendaya para después de 2030 con el consecuente perjuicio para la operatividad de la Y vasca. La infraestructura vasca figura como prioritaria, con el acuerdo de todos los estados miembros en la recién aprobada «Red trans-europea de Transportes». En su respuesta Kallas nos dice que el ejecutivo comunitario está analizando los contenidos de este trabajo parlamentario y confirma que tal y como se indicaba en el texto de la pregunta ”algunas conclusiones de dicho informe posiblemente no se ajusten totalmente a los objetivos de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-E) propuesta, como, por ejemplo, la realización de una nueva línea de alta velocidad entre Burdeos y Hendaya después de 2030, mientras que se propone finalizar la línea de alta velocidad Burdeos – Toulouse de aquí a 2030.”
La Comisión Europa recuerda que “Ambos tramos, que forman parte de la red principal, pueden recibir financiación del Mecanismo «Conectar Europa», con un porcentaje de cofinanciación más elevado para los tramos transnacionales que para los nacionales”. Por ello la Comisión Europea teniendo en cuenta que el futuro corredor atlántico esta integrado en la red principal, “se propone proseguir el diálogo con las autoridades francesas y españolas sobre los pormenores de los proyectos, con el fin de garantizar unas conexiones de transporte interoperables y eficaces de la red principal, en consonancia con los resultados de las negociaciones sobre el nuevo Reglamento relativo a las orientaciones para el desarrollo de la Red Transeuropea de Transporte”.
El pronunciamiento del comisario de transportes coincide este modo con el juicio que nos mereció a nosotros el informe «movilidad XXI». Nos preocuparon sus contenidos, pero nos preocupó más que tras su aprobación el Primer Ministro Francés y el titular de la cartera de Transportes franceses destacasen que Francia consideraba prioritaria la conexión por alta velocidad entre Burdeos y Toulouse, y posponía para después de 2030 la unión entre la capital aquitana y Hendaya. Esta es la conexión de esta red europea de alta velocidad con el tramo del eje atlántico peninsular y la solución del consecuente «cuello de botella». Nosotros nada más leer el informe pensamos que en ambos casos las decisiones francesas daban la espalda a las previsiones del informe sobre orientaciones prioritarias de transporte recién aprobado tras ser negociado con los entonces 27 componentes de la UE. Además estas previsiones eran claramente contradictorias con los criterios y metodologías establecidas por la UE para considerar una inversión en el sector como «prioritaria». Dicho concepto se aplica a las infraestructuras que resuelven conexiones transfronterizas, favorecen la intermodalidad y se vinculan al menos con un puerto de mar principal y apuestan por la mejora en los tramos que soportan actualmente más tráfico».
Me ha alegrado la contundente respuesta del comisario, pues a las malas noticias desde Francia se habían sumado los nuevos retrasos anunciados por el Ministerio de Fomento español en el mismo eje atlántico, o por mejor decir la desinformación o directamente la falta total de compromiso, lo que contrasta con las declaraciones que hacen cuando hablan de otras inversiones en las redes ferroviarias. Ambas actuaciones combinadas comprometen la amortización y eficiencia de inversiones ya realizadas con enorme esfuerzo y en algunos casos sorteando amenazas armadas afortunadamente ya desaparecidas, como las que afectaron a la Y vasca y que costaron vidas humanas.
En los últimos meses el incumplimiento de los compromisos adquiridos por España y Francia han sido objeto de varias preguntas por nuestra parte parte tanto en las instituciones estatales como Europeas. En sus últimas respuestas la Comisión insiste en que instará a los estados a que concentren sus esfuerzos en los tramos que añaden valor europeo a las inversiones, como es el caso de la Y vasca y considera que esta, incluidas algunas soluciones provisionales, podría estar en servicio en 2017 de acuerdo con las previsiones que le ha hecho llegar el ministerio de Fomento. Buen momento para preguntar en el congreso porque la Comisiíon maneja esta fecha y Fomento es incapaz de darnos una respuesta tan concreta a las preguntas, igual de concretas que hacemos para tratar de averiguar qué es exactamente lo que tiene previsto este ministerio en inversiones ferroviarias en Eyuskadi en los próximos a os. Nosotros, desde luego, estamos cumpliendo nuestra parte del acuerdo con un gran esfuerzo.
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