PROTECCION PARA LOS ASTILLEROS, NO SANCIONES
Hoy he cumplido el compromiso que adquirí con el sector naval en la asamblea anual que el foro marítimo vasco celebraba el viernes en Bilbao y he rechazado ante el pleno del parlamento europeo el anuncio de posibles sanciones para los astilleros por el régimen de ayudas conocido como tax lease. Acompañaba así la reunión conjunta que se ha producido hoy en Madrid y a la que han asistido los presidentes de Galicia, Asturias y nuestro lehendakari Iñigo Urkullu con el ministro de Industria José Manuel Soria. Además he apostado porque Europa defienda a toda su industria naval, porque la competencia desleal no se produce entre Holanda y Euskadi o Noruega y Alemania, sino entre todos los constructores europeos y países emergentes en los que sistemas de apoyo público no controlables desde Europa y las prácticas de dumping social y ambiental son las que de verdad han cambiado las condiciones del mercado.
Tras varios meses de «sequía» en el turno de un minuto del que disponemos los eurodiputados para comentar asuntos de importancia política, he conseguido y dedicado mi turno de hoy a rechazar lo que se ha venido conociendo en torno a la propuesta que el comisario Almunia llevará al colegio de Comisarios el próximo 17 de julio para resolver el contencioso abierto por una denuncia holandesa contra el sistema de tax lease.
El futuro de 87.000 familias y el esfuerzo de centenares de empresas y miles de grandes profesionales no merecen la decisión que se anuncia De confirmarse, la construcción naval desaparecerá en Euskadi y España y con ella empleo, competitividad e innovación en toda Europa.
La propuesta es para empezar legalmente discutible. No en vano la anterior titular de competencia, Neelie Krooes, respondiendo a una consulta de la ministra noruega de industria escribió el 9 de marzo del 2009 que el tax lease utilizado en España no discriminaba a constructores de otros países y no cabía en consecuencia abrir nuevos procedimientos e investigaciones en torno al asunto. Esta declaración, como es fácil de entender añadió seguridad jurídica a los agentes del sector y justificó una inacción por parte de las autoridades comunitarias que a cualquier operador le transmite seguridad y tranquilidad, es decir producían seguridad jurídica y confianza legítima que han sido argumentos que han justificado la no devolución de ayudas similares en otros casos, como en el francés. Finalmente y esto es lo que más importante me parece, la decisión es antieuropea porque el dumping social y ambiental y las ayudas públicas que perjudican la libre competencia no están en Bilbao o en Vigo, sino en el sudeste asiático.
Los augurios no son buenos, pero hay que seguir peleando hasta el final porque profesionales y empresas del sector no se merecen este fallo. Así que hoy he dicho en el pleno del Parlamento Europeo que la comisión debe esforzarse por rechazar esta sanción que se anuncia y convertirla en protección para los astilleros europeos contra una competencia exterior realmente desleal, que es la que está alterando las condiciones del mercado. Se basa en el dumping ambiental y social y en ayudas de estado que no puede controlar la UE. Pero afecta a nuestros astilleros. Mejor centrarse en como combatir este fenómeno, conocido por todos nuestros constructores de buques que seguir desangrando nuestra capacidad de construcción, innovación y generación de empleo en este sector.
El sector naval especialmente en Euskadi es muy innovador, produce con calidad y se ha internado hace años en la investigación y producción de barcos cada vez más limpios que faciliten un transporte marítimo más sostenible. Sus técnicas de construcción y desguace también progresan en ese mismo sentido. Igualmente los constructores navales se están implicando con su tecnología, inversiones y riesgo en el desarrollo de las energías renovables, tanto aplicando sus conocimientos para productos conocidos, como los aerogeneradores eólicos que se instalan en el mar como para trabajar en nuevos campos como la energía maremotriz. Acabar con este conocimiento y capacidad es un verdadero despropósito.
Por su pasado, presente, productos, profesionales, infraestructuras y capacidad la construcción naval vasca en particular y española en general colocan en el mercado productos de primera calidad. Compiten en un sector que ha sido estratégico para los estados miembros de la UE que tienen astilleros. Por eso quién más quién menos tiene sus procedimientos de apoyo al sector. La cuestión que hay tras esta decisión sobre el tax lease español es, en mi humilde opinión, algo completamente impropio de un ente, como la Unión Europea que quiere presentarse como tal en el mundo.
Contra esa realidad necesitamos otras medidas que pueden incluir desde aranceles a exigencias técnicas, ambientales y de orden social que permitan que la calidad, la tecnología, la innovación y no solo el precio sean los primeros argumentos a la hora de decidir dónde se encarga la construcción de un barco. Ese es el objetivo en que deben centrarse los técnicos europeos para que las instituciones continentales aporten valor y soluciones a la industria europea. Mejor eso que un peloteo de denuncias entre estados miembros que produce para empezar un gravísimo efecto: Mientras discutimos si son galgos o podencos los contratos los firman muy lejos de aquí. Y además de perder empleo y riqueza consolidamos un sistema de producción, unas calidades y un modo de relaciones laborales y modelo social que están en las antípodas de lo que nos ha convertido durante décadas en una referencia mundial de justicia social.
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Curioso asunto en el que un vasco, Almunia, parece el «malo» de la película mientras otra vasca, IBB, parece la «buena» del guión y un tal Urkullu se pasea por el Parlamento Europeo dando la impresión de que es capaz de aportar algo allí aunque en casa no pueda conseguir ni aprobar los presupuestos de la CAPV que gobierna.
Los Países Bajos, denunciando, Noruega jugando su papelón, el sudeste asitatico a su bola y nosotros con Navantia por un lado y los astilleros de España reteniéndo la respiración ante lo que pueda ocurrir.
Y colea aún el tema de la sanción por las «vacaciones fiscales vascas».
Sie es que no ganamos para disgustos…
Y falta el ma lo que peliculas aquellas !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Almunia es tan «vasco» como era el nino Jesus un buey, a pesar de haber nacido en un pesebre.
Discrepo, Izaskun. A mi entender lo que se ha dado aquí es una inmensa y asombrosa dejación en aquello de hacer los deberes por parte de ya veremos quién.
Me explico: Este sistema se implanto en España allá por 2001 o 2002, no recuerdo bien, y empezó a ser cuestionado oficialmente desde Bruselas en 2005-6, con la consecuencia de que el sistema francés similar de ayudas fue declarado ilegal en 2007. Pues, bien, desde 2007 a 2011 se continúa con el tax lease como quien oye llover, y eso ante varias denuncias presentadas ante Bruselas y diversas solicitudes de información dirigidas a las autoridades españolas.
Y tampoco creo que la carta de la comisaria Kroes diga en realidad lo que dices que dice; yo la veo más bien como una respuesta particular, casi informal, dirigida en un contexto muy concreto y a consecuencia de una pregunta también muy concreta, que no se extendía a todo el ámbito de validez de la tax lease.
No te discuto, eso no, porque es indiscutible, lo de que la verdadera competencia desleal se encuentra en el sudeste asiático. Pero el resto tiene, o debería tener, nombre y apellidos. Y estos deberíamos buscarlos en Moncloa entre 2007 y 2011.
Yo doy la razón a satanasico, pero también creo saber que ha sido la prudencia y el intento de apoyar una buena salida para este problema el que guía esta exposición de los hechos que hace aquí Izaskun Bilbao. El verdadero y grave problema es el de siempre: Espa a ese país con mandatarios de pandereta y paisanos que no se merecen a sus gobernantes. Los españoles son en general mucho mejores que sus gobiernos, pero no aciertan al votar, eso está claro. Es que la lista es para asustar: Desde jauntxo González al caudillito Ansar, el de los pies sobnre la mesa en el rancho de tejas, pasando por ese genio atómico que se llamó Zapatero y el cara dura de Rajoy…Y menudos aspirantes: Rosa Díez y Cayo lara, qué pereza…
En fin…
No, si lo entiendo. Y lo más de agradecer es esa propuesta/invitación a que se mueva quien deba moverse y se instaure una auténtica política industrial en relación con el sector naval.
Lo que me da un poco de cosa, especialmente (pero no sólo) de cara a las próximas elecciones europeas es esa tendencia a demonizar a Europa, como que todo lo malo (como antes era todo el maná) nos viene de ahí. En esta historia, ni Almunia es el malo ni ha jugado ningún otro papel que el que le tocaba jugar.
Cuando alguien, para tapar sus propias miserias (y de eso saben mucho en PP y PSOE) le hecha la culpa de la crisis a Europa, al euro, o al sursum corda, en primer lugar miente, en segundo lugar hace crecer la altura de la tapia que separa a políticos de ciudadanos y, en tercer lugar, coloca en una posición cada vez más difícil a esos puntos de encuentro comunes que existen entre los europeos para ponernos de acuerdo y hacer frente a la crisis, a los desafíos medioambientales, a la delincuencia internacional, a la competencia desleal de terceros países, a la carencia de recursos, etc.
Aurrera Izaskun!!!