EL BOMBARDEO DE GERNIKA EN EL PARLAMENTO EUROPEO
A última hora de la noche de ayer tuve ocasión en el pleno del Parlamento Europeo de recordar la deuda que el franquismo y sus seguidores y el propio estado Español tienen aún con la historia y las víctimas que ocasionaron durante la guerra civil y la dictadura. Aquellas personas, como todas las víctimas necesitan memoria, reparación y justicia. Y en muchísimos casos no la han tenido. Todavía hoy familiares, amigos o compañeros de militancia política siguen buscando cuerpos en las cunetas y no se ha procesado a nadie por los crímenes que se cometieron durante la dictadura franquista. Algunos de los responsables de aquella brutal represión siguen vivos e impunes. Perdón no significa amnesia.
Mientras las víctimas que continúan con vida peregrinan por despachos y dependencias oficiales tratando de tramitar expedientes bien complejos que no siempre acaban bien. La inmensa mayoría cerraron los ojos sin recibir compensación alguna y, por supuesto aguantando los desplantes de los «vencedores» que durante cuarenta años se comportaron como tales. No acabo de entender como hay quién es capaz de relativizar este dolor y despreciar las reclamaciones de las víctimas.
La injusticia está presente también en el ámbito económico. Hay particulares y empresas que se beneficiaron del latrocinio que acompañó a la represión franquista. Ninguno de ellos que se sepa ha devuelto propiedades incautadas por Franco a sus legítimos propietarios y entregadas a alguna entidad o persona fiel a la «causa» en pago por los favores prestados. Y por supuesto ninguno de estos agraciados por la particular lotería que pudo en marcha el dictador ha compensado a las víctimas. En nuestro país hay ejemplos bien conocidos y terribles de estas prácticas en muchos sectores de actividad. Algunas de estas empresas o particulares, encima se dedican casi diariamente a dar lecciones a los demás sobre lo que significa la Democracia. No estaría de más que fuesen pensando en redimir esta especie de «pecado original».
En el ámbito público este latrocinio trató de contenerse con la ley de reversión de los bienes incautados pero faltan aún dolorosos expedientes por resolverse. Una de ellos es el de la sede del Gobierno vasco en la Avenida Marceau de París, que sigue ocupada hoy por el instituto Cervantes sin que los sucesivos gobiernos españoles hayan resuelto este escarnio.
Por eso y en homenaje a todas las víctimas ayer recordé en Estrasburgo que el próximo 26 de abril se cumple el 75 aniversario del bombardeo de Gernika. La aviación nazi ensayó entonces técnicas de agresión masiva contra la población civil perfeccionadas en la segunda guerra mundial. Franco, por su parte, atacaba las instituciones e identidad nacional vasca, uno de sus objetivos durante toda la dictadura.
Por todo ello Gernika es ahora símbolo universal de Paz, un icono antibélico que se ha hecho famoso por la celebridad que alcanzó el bombardeo y por que inspiró el celebre cuadro de Picasso. Ayer aproveché también para decir ante los parlamentarios europeos que debería exponerse en Euskadi.
También aproveché para comparar talantes. El estado alemán, en 1997, a través de su presidente Roman Herzog, pidió perdón al pueblo vasco por su participación en esta masacre. Hoy en España, historiadores revisionistas de ultraderecha, cuyos éxitos, mentiras, y andanzas escandalizan en Europa. (En Alemania hacer apología del nacismo es delito). Encima muchos políticos reconocen, en voz baja, que la impunidad franquista fue la clave del éxito de la transición española hacia la democracia. Esta verdad permanece larvada porque reconocerla derriba el montaje del mal llamado «patriotismo constitucional» o los sofismas con que nos suelen castigar algunos «intelectuales» anti-nacionalistas vascos que pretenden que la constitucionalización de un presunto demos español preexistente fue plenamente democrática. Si añadimos a esta mentira el hecho evidente de que de dicha idea de pueblo español no era en absoluto compartida sino más bien impuesta desde principios del siglo XIX cuando comenzó el desmontaje del sistema foral, comprobamos que las repetidas y tópicas alusiones que toda esta intelectualidad hace a Habermas quedan en agua de borrajas.
No debe extrañar por ello que Baltasar Garzón, el único magistrado que ha intentado investigar los crímenes del dictador haya sido expulsado de la carrera judicial, si bien la causa próxima de su expulsión esta relacionada con otra arbitrariedad. Garzón utilizó para investigar la trama Gürtell los mismos instrumentos que quienes le han expulsado de la campaña judicial le animaron a utilizar contra el terrorismo etarra. Tampoco esta decisión ha sido bien entendida por la prensa internacional.
Por eso ayer aproveché el pleno para recordar este 75 aniversario que representa tantas cosas. Y pedí justicia, reparación y memoria para las víctimas. Setenta y cinco años después es imprescindible saldar esta cuenta con las vidas, la dignidad, y las libertades que los franquistas arrebataron por la fuerza a millones de personas.
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- CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VEAS PELAR… : IBB Europan / Europa según IBB | 2 septiembre 2013
Me ha interesado mucho esta aportación. Lo de las personas es terrible. Yo tengo casos en mi familia realmente dolorosos. Personas que tienen que aguantar cómo conspicuos y conocidos parientes de los franquistas, ahora cómodamente instalados en el PP se atreven a decir que el PNV, por ejemplo, no es un partido democrático. Y Paco López y compañía, presuntos socialistas y presuntos vasquistas, (jajajajaja) además de indecentes gestores, riendoles las gracias a estas gentes.
En el ámbito empresarial es también muy cierto lo que dices. Y yo conozco algún caso especialmente doloroso. Una empresa bien conocida que recibió de regalo una rotativa, la utilizó impunemente durante años y así aprovecho en primera instancia el regalo franquista. Luego se lucró en segunda vuelta con la dádiva, porque tuvo la cara dura de vendérsela a otro periódico. El colmo ha sido que, con el nada disimulado intento de desprestigiar a la fundación Sabino Arana, gracias a la cual el archivo nacional vasco tiene fondos que de otro modo se hubiesen perdido, tratar de revolver ahora porque la tal rotativa está “mal conservada”. Ellos, desde luego no la devolvieron a sus legítimos propietarios ni se preocuparon de compensarles por los daños causados cuando recuperamos la democracia. Podrían demostrar que son demócratas de verdad y que se avergüenzan de su pasado franquista para empezar pidiendo disculpas oficiales y formales a partiulares e instituciones injuriados por ellos durante tantos años y perjudicados económicamente por esta incautación. Y a continuación pagando al menos la repación y él coste que tenga poder exponer esta “joya industrial”. Puede ser un buen procedimiento para demostrar que sienten lo que hicieron sus antecesores y de compensar el latrocinio del que se beneficiaron. Basta con que tomen ejemplo del gobierno alemán. Pero no se porque me da que no caera esa breva.
Lo digo porque lamentablemente hasta el momento están haciendo todo lo contrario. Después de pisotear durante treinta años la cabeza de la víctima, ahora encima escupen sobre ella. Eso significan para mi, reportajes como este:
http://www.elcorreo.com/alava/v/20100606/sociedad/joya-industrial-abandonada-20100606.html
¡Hace falta mucha, pero que mucha cara dura!.
Izaskun chapeau !!!!!!!!!!!
Kaixo,Izaskun: Tu crónica de hoy no tiene desperdicio.Pero qué difícil se nos hace a todos pedir perdón. No obstante, como apuntas,»perdón no significa amnesia». Gernika puede ser verdaderamente,símbolo de Paz,paz basada en la memoria,reparación y justicia. Es tiempo de proyectarse hacia el futuro en una Democracia, consolidada en la libertad, en la igualdad, y en el derecho a voto.
Izaskun hay una exposicion que se llama «La maleta mexicana´´ en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, sobre unos negativos extraviados de la Guerra Civil española y con los años aparecen en Mexico en 1995,fotos muy bonitas. El Lehendakari Agirre, gudaris,desfiles militares, pueblos costeros etc. Los autores eran pioneros del periodismo de guerra entre ellos una mujer…
Musus