LIDERAZGO FEMENINO

 

Esta semana ha comenzado con una visita agradable y esperada, la de la secretaria general de CONFEBASK Nuria López de Guereñu que tenía estos días una intensa agenda europea. Es la primera mujer que ocupa un cargo como este en esta organización empresarial y un buen día para resaltar este hecho en la víspera del 8 de marzo en el que van a volver a ponerse de manifiesto las diferencias y discriminaciones que sufrimos las mujeres en este mundo aún gobernado mayoritariamente por hombres.

 

Hace unos meses estuve viendo a Nuria en una intervención en el Foro Nueva Economía, Al terminar le felicite sincera y calurosamente, porque en aquel ambiente, también mayoritariamente masculino, quedaron perfectamente marcadas las claves de lo que significa liderar en femenino. La base es la competencia, la capacidad, que a los hombres que llegan a determinados niveles de poder se les supone. Las mujeres, además lo tienen que demostrar. Y Nuria lo hace cada día. Pero además integra en esa tarea la gestión emocional y eso me parece más completo.  Hay muchos estudios que demuestra además que empresarialmente es más rentable.

 

Con ese bagaje ha venido a Bruselas y una de sus estaciones ha sido una larga e interesante entrevista que hemos mantenido esta misma mañana. Ayer por la noche además estuvimos juntas en una cena con un grupo de amigos, vascas y vascos que vivimos en Bruselas y solemos juntarnos regularmente a cenar. Ayer la conversación con Nuria fue yo diría que espectacular. Dos horas de diálogo del que saqué varias conclusiones claras.

 

Somos un país pequeño, pero tenemos un nivel de emprendimiento y unas actividades productivas bien orientadas y con potencialidad. Conservar esa posición y salir bien parados de la tremenda crisis que nos azota requiere mantener el esfuerzo, estar siempre buscando la calidad y la mejora. Y ese trabajo se basa en personas, en el valor de las personas, en su conocimiento y en sus emociones. En ese sentido el empresariado vasco funciona con unos valores propios. Cree de verdad en esta máxima y obra en consecuencia. Apuesta por equipos, por personas. Y eso se nota desde en la calidad de las producciones hasta en las cifras de paro que nos convierten en una isla en nuestro entorno, pasando por sus variadas formas de emprendimiento y la diversificación de sus actividades

 

Esa apuesta por las personas es compartida por un empresariado que tiene unos valores y una forma de trabajar específicos, con identidad propia. De hecho es uno de sus rasgos distintivos y es una de las razones por las que en Euskadi hay menos parados que en otros lugares. Hay que seguir profundizando en la formación tanto en el ámbito de la profesional como en la de las titulaciones superiores técnico científicas y vincular mucho más estrechamente la universidad con el aparato productivo. Los mercados hoy son muy exigentes y seguir estando presentes y con éxito en ellos requiere mucho esfuerzo y conocimiento, profesionales con capacidades y formación muy específica y de muy alto nivel. Buena parte de nuestros sectores productivos tienen en esa capacidad su mejor seguro de supervivencia.

 

ETA ha abandonado definitivamente la extorsión y su entorno social se encamina lentamente a la normalidad. En ese camino les queda mucho por aprender. No parecen tener un modelo definido de política económica y tampoco recetas concretas para luchar contra la crisis y abanderar operaciones desde lo público de estímulo a la economía real. Hoy esta impresión me ha quedado completamente ratificada cuando he leído las propuestas que parece estar barajando Bildu para reformar en Gipuzkoa la fiscalidad empresarial. Si creen que subiendo el impuesto de sociedades y eliminando las desgravaciones fiscales por inversiones productivas como las que se hacen en innovación van a mejorar la recaudación es que no conocen, ni de lejos, la realidad económica de aquel territorio.

 

Euskadi tras una larga trayectoria histórica de emprendimiento tiene identidad en Europa. Se nos distingue y como habéis tenido ocasión de comprobar  estos días las casi 800 personas que se han descargado el vídeo del comisario Andor, se habla bien de nosotras y nosotros. La identidad en Europa hoy, se basa en la viabilidad económica y en la seriedad y el rigor con que se trabaja y se hacen las cosas. Hasta la fecha el trabajo de la sociedad vasca y el liderazgo institucional combinados, el «modelo PNV» ha dado resultados. Ahora, además hemos podido contrastarlo con otras formas de hacer y sabemos cuál es el resultado: una catástrofe. 7.000 millones de euros de deuda en apenas tres años. Ese y más desempleo y una ausencia completa de iniciativas, ideas y proyectos, una forma de gobernar antigua y autista es el gran balance del actual gobierno vasco. Por eso hasta el Euskobarómetro les ofrece unas negras expectativas a las dos formaciones que lo sustentan.

 

Para que os hagáis una idea de lo que son 7.000 millones de euros de deuda os recuerdo que el recorte que hubiese necesitado Rajoy para cumplir el objetivo de déficit marcado por la UE es de 40.000 millones. Es decir que la deuda pública que vamos a tener que pagar entre vascas y vascos equivale a casi el 18% del recorte español. Y para que podáis haceros una idea de qué son 40.000 millones de euros os animo a que juguéis con este cuadrito que he encontrado en un periódico. Fijaos en que suprimiendo el ejército y la policía no llega para pagar el recorte. Y pensad que la deuda contraída por el actual gobierno vasco equivale a los gastos de defensa de toda España o multiplica casi por tres lo que cuesta el servicio exterior.  

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