LA DECLARACION DE AIETE EN EL PARLAMENTO EUROPEO
Esta mañana hemos participado en un acto, organizado le el grupo de parlamentarios europeos amigos del País Vasco y destinado a dar a conocer en Bruselas la declaración de Aiete y los pasos que deben darse tras el comunicado de ETA del pasado 20 de octubre para consolidar la paz y mejorar la convivencia en nuestro país. Allí estábamos las y los del PNV, como siempre, en las actividades públicas y en las privadas, apostando por cualquier iniciativa que consolide el final de la violencia. El ponente estrella ha sido Jonathan Powel cuya intervención ha servido para ratificar la actualidad y validez de aquel documento. Nuestro partido, por boca de su presidente Iñigo Urkullu ya destacó que compartimos su contenido punto por punto y por su orden.
Como ya ocurrió hace tres semanas en Estrasburgo la iniciativa se ha acogido con cierta frialdad. Por eso en mi intervención les he recordado que tras 50 años de dedicación al crimen y la violencia, si queremos disipar definitivamente las desconfianzas ETA debe anunciar su disolución definitiva. Tenemos mucho: ha cesado su actividad. Queremos más, porque quién no va a seguir matando no necesita armas, ni logística ni organización. La disolución eliminará la desconfianza y confirmará que ETA, es definitivamente historia.
Esta declaración de principio debe completarse con un avance más decidido en la reparación del dolor y de las víctimas. Creo que necesitamos escuchar que los asesinatos, las agresiones, la extorsión y el acoso que hemos padecido en estas cinco décadas son injustificables y solo han producido dolor y odio. Necesitamos oír que no hubo justificación para ningún crimen. Es un paso necesario para producir, desde quiénes justificaron estas prácticas, la empatía que junto con la memoria, reparación y justicia se les debe a las víctimas. Porque memoria es recordar quién asesino y juzgar sus hechos, pero también admitir que la violencia ha sido un fracaso ético y político.
También he considerado oportuno insistir en que memoria es toda la memoria: En estas décadas se han producido víctimas ocasionadas por la actividad criminal de ETA, es verdad pero también hay personas perjudicadas por otras violencias ilegítimas y auspiciadas desde los propios aparatos del estado. Estas víctimas también merecen reconocimiento, reparación y justicia.
La verdad es que en nombre de la lucha antiterrorista se han cometido asesinatos, pero además se han degradado las libertades públicas y se han producido comportamientos de algunos representantes de otros poderes del estado, particularmente el judicial, que producen sonrojo por su parcialidad y episódica relación con el derecho y la doctrina más consolidada. Por eso he insistido también en que el proceso que encaramos necesita que se acaben estas vulneraciones y se reparen sus efectos.
Eso ocurre, por ejemplo, en el ámbito penitenciario. Todas y todos somos sujetos de obligaciones y derechos, hasta los delincuentes, por muy atroces que sean lo delitos que han cometido. El objetivo del derecho penal es la reinserción de las personas. Circunstancias como «la doctrina Parot» y la dispersión dificultan extraordinariamente la reinserción y vulneran derechos de los presos y especialmente de sus familiares. Pero las vulneraciones no solo afectan a la población reclusa. En el ámbito judicial tenemos casos como el Bateragune, disparatada aplicación del «todo es ETA» que se inventaron Aznar y Mayor Oreja o la ilegalización de partidos y candidaturas y el cierre de Egunkaria que yo misma he traído al pleno.
Pero no debe olvidársenos que una de las máximas barbaridades que se ha justificado en nombre de la lucha antiterrorista ha sido la lamentable intervención que el tribunal supremo tuvo en contra de la división de poderes en el llamado «caso Atutxa». Aquello poco o nada tuvo que ver con el derecho. Se vulneraron hasta las formas más elementales porque los condenados se enteraron de la pena que les habían impuesto viendo el telediario. Y encima la sentencia jurídicamente no hay por dónde cogerla. El propio Tribunal Supremo se dio la razón a si mismo tras dos absoluciones seguidas de los condenados en el Tribunal Superior de justicia del País Vasco en 2005 y 2007 respectivamente Por la elemental razón que leyes y jurisprudencia en mano no hay duda alguna: los condenados son inocentes. Encima en el caso de Juan Mari la infame campaña mediática que pretendió acabar con su imagen personal y patrimonio político llego a la vileza de acusarle de colaborar con ETA, una organización que ha intentado asesinarle al menos en una veintena de ocasiones. El asunto acabó retratando a cada uno. PP y PSOE votando junto a la izquierda abertzale en el parlamento vasco para impedir que Juan Mari fuese de nuevo presidente del Parlamento vasco.
Por eso hoy y aquí, en el Parlamento Europeo me ha parecido especialmente oportuno recordar que nada menos que el presidente y otros dos miembros de la mesa del Parlamento Vasco siguen, cuatro años después, pendientes de que el Tribunal Constitucional corrija el desafuero cometido.
La paz necesita además implicar más sensibilidades políticas en el proceso. Las formaciones políticas que hoy estábamos en esta especie de seminario-conferencia representamos a una parte de la sociedad vasca. Mal haríamos si no integrásemos en este movimiento a todas y todos los demás. A eso le viene bien la discreción y la renuncia al electoralismo que puede hacerse con estos temas.
A este proceso le falta también liderazgo. Y la causa próxima de este vacío está en cómo se formó el Gobierno Vasco y las posibilidades que, en esas circunstancias tiene el actual Lehendakari de plantear nada en serio. Para empezar el presidente Navarro Miguel Sanz le recordaba, al poco de tomar posesión, que está allí gracias a una sentencia judicial, no al apoyo popular ni a un cambio en la orientación del voto ciudadano. López perdió las elecciones por goleada y decidió, pese a haber prometido lo contrario ponerse a gobernar con el PP. No coinciden ni en economía ni en los pasos a dar para consolidar la paz. El fruto de esas decisiones es que estamos discutiendo ahora si en una ponencia que debería construir con calma y sosiego el empaste que se necesita para salir adelante los dos socios de gobierno discuten aún si la segunda fuerza política de Euskadi, que no está representada en el parlamento, debe participar de algún modo en la ponencia. La solución es mucho más simple. Pasa sencillamente por devolver a las Instituciones vascas una composición coherente con las mayorías sociales que existen en el país.
Esta premisa es fundamental para que otros agentes, empezando por la unión Europea se impliquen en este proceso. Aún hoy no hemos podido cerrar un acuerdo entre vascos para concretar qué y cómo queremos y qué papel nos gustaría que jugase Europa. Eso fue fundamental para poner en marcha el programa PEACE para Irlanda. Hay que trabajar en una versión vasca del programa PEACE
Finalmente hace falta recuperar el debate político. En Paz y Democracia nadie puede imponer, pero nadie debe impedir. Así se han buscado siempre los acuerdos que acogen también la razón del otro, responden a las mayorías y protegen a las minorías. Aquí hay gente que confiesa, por fin, que la violencia era un problema, pero que es otro gran problema el hecho de que Euskadi tenga una clara mayoría de personas que, de una u ora manera cuestionamos el actual marco jurídico que nos vincula a España y queremos revisarlo desde la premisa básica de que tenemos perfecto derecho a decidir libremente si queremos seguir en el actual estado español, queremos construir otro o cualquier otra alternativa que podamos imaginar.
Una sentencia del tribunal europeo de los derechos humanos recordaba a quienes ilegalizaron en Turquía el PKK que impedir el debate democrático sobre ideas que algunos dicen defender o han defendido mediante acciones terroristas es el mayor triunfo del terrorismo porque significa reconocer que efectivamente sobre eso no se puede debatir en democracia. El Plan Ibarretxe nada tenía que ver con las tradicionales reivindicaciones de ETA. El modelo PNV tampoco. Sin embargo uno ni se admitió a debate en el congreso de los Diputados y el otro, en algunos círculos forma parte del «todo es ETA» aznariano.
Por eso tras la declaración de ETA anunciando el final de sus actividades armadas bueno sería que los tantas veces autodenominados «constitucionalistas» se aplicaran los principios políticos que emanan de la sentencia que acabo de mencionar.
Ese miedo a hablar y debatir, a defender con argumentos las posiciones propias y permitir a los demás hacer lo mismo está detrás del no reconocimiento español a Kosovo que ha sido esta misma mañana cuestionado por la inmensa mayoría del Parlamento Europeo. Hoy hemos votado una resolución que no tenía desperdicio, porque revela que, efectivamente en el caso español es el miedo a enfrentarse con el hecho de que en el siglo XXI existe la libre determinación y nacen nuevos estados en pleno corazón de Europa lo que impide este reconocimiento diplomático.
Por supuesto yo he votado favor del reconocimiento de Kosovo y de su progresiva integración en Europa y hemos ganado la votación por amplísima mayoría. Esta misma mañana he presentado una pregunta a la Comisión Europea junto con mi compañero de grupo Ramón Tremosa para saber qué piensa hacer esta institución ante la resistencia española. Ya os contaré qué nos contestan.
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«En Paz y Democracia nadie puede imponer, pero nadie debe impedir.»
Suena bien pero no pasa de ser una trampa dialéctica.
El por qué, lo va a leer traducido de la Sentencia del 30 de junio de 2009 del Tribunal Europeo de Estrasburgo,en el ASUNTOS HERRI BATASUNA y BATASUNA c. ESPAÑA(Demandas nos 25803/04 y 25817/04), avalando el uso que el Gobierno de España hizo de la llamada Ley de Partidos,L.O.6/2002 de 27 de junio de 2002 sobre partidos políticos (LOPP)
» 81. El Tribunal considera sin embargo que no se puede exigir al Estado
que espere, antes de intervenir, que un partido político se apropie del poder
y comience a poner en marcha un proyecto político incompatible con las
normas del Convenio y de la democracia, adoptando medidas concretas
tendentes a realizar este proyecto, incluso si el peligro de éste último para la
democracia está suficientemente probado y es inminente. El Tribunal acepta
que cuando la presencia de dicho peligro se establece por las jurisdicciones
nacionales, como resultado de un examen minucioso sometido a un control
europeo riguroso, un Estado debe poder « razonablemente impedir la
realización de un (…) proyecto político, incompatible con las normas del
Convenio, antes de que sea puesto en práctica por actos concretos con
riesgo de comprometer la paz y el régimen democrático en el país » (Refah
Partisi, § 102).»
Usted no tendrá ninguna dificultad en releer completa la Sentencia en su versión oficial y sabe dónde encontrarla.
A mí me basta con evidenciarle una razón por la que sus compañeros del Parlamento europeo son, masivamente, refractarios al punto de vista que usted y el PNV sostienen, tan complaciente con la escenificación de San Sebastián a cargo de eso que llaman la izquierda patriótica.
Sobre la doctrina PAROT, ya hay sentencia de nuestro Tribunal Constitucional y a mí me falta leerla para conocer sus fundamentos jurídicos y poder opinar.
Habla usted del miedo como si fuera un defecto, que no lo es. El miedo, referido a los seres vivos, ayuda a conservar la vida al alertarnos de riesgos y referido a las colectividades humanas es un elemento positivo frente a la temeridad y la imprudencia.
España, Rusia y Serbia son sólo tres de los más de 80 países que no reconocen a Kósovo. Y es que la secesión unilateral contraria a derecho, por mucho que la avale una importante cantidad de Estados miembros de las NNUU, sigue siendo contraria a derecho y sigue dando miedo.
Ha sacado usted a pasear el grave asunto de desobediencia y obstrucción a la justicia que protagonizó el Parlamento vasco ante la reiterada petición de del Tribunal Supremo en ejecución de Sentencia firme. El señor Atutxa y los otros dos implicados en el asunto, ocupaban una posición determinante en el Parlamento vasco cuando se produjo tan reiterada y grave interferencia de un órgano político, el Parlamento vasco, desobediencia a un mandato judicial firme y de inexcusable cumplimiento.
Usted defiende el obstruccionismo que practicó el Parlamento vasco en aquel asunto. Yo defiendo que ni Atutxa ni los otros dos condenados pueden quedar absueltos en un asunto comoo aquel.
Usted invoca la división de poderes. Yo invoco la primacía del derecho en las controversias políticas.
Usted se apoya en el criterio del catedrático de Derecho, Pérez Royo. Yo me apoyo en los fundamentos jurídicos de la Sentencia del Tribunal Supremo que condeno a Atutxa y a sus dos colegas.
Usted sostiene la actuación de su compañero de partido, básicamente. Yo reprocho su delictiva conducta a tres ciudadanos españoles, compatriotas míos, uno de los cuales es Atutxa.
Usted invoca a favor de Atutxa hasta su condición de bjetivo de ETA. Yo me apoyo para reclamar de Atutxa el sometimiento a la justa Sentencia condenatoria del Tribunal Supremo, que también el juez Garzón era objetivo de ETA y probablemente lo continue siendo, lo que en nada ha interferido para que la conducta delictiva del hoy ex-juez Garzón haya recibido la sanción penal que el Tribunal Supremo le ha impuesto.
Espero ver a Atutxa y a los otros dos condenados, cumpliendo la condena impuesta por el Tribunal Supremo.
Pues creo que usted va a ver plenamente frustradas sus espectativas, porque la «sentencia» del tribunal supremo siquiera tiene apariencia de buen derecho. Sus autores simplemente prevaricaron. No hay fundamento jurídico alguno para la decisión que tomaron y van a ser puestos en ridículo por ello. Al tiempo. Según ested la democracia consiste en que unos jueces puedan obligsr a unos parlamentarios a votar en un sentido determinado. Eso se llama fascismo.
´No había visto su comentario sobre Kosovo. Por si no lo sabe hay ya una sentencia del la corte internacional de justicia emitida en junio de 2010 que dictamina que la independencia de Kosovo no vulnero la legislación internacional. Usted sencilamente tiene miedo a la democracia y la decisión que podemos y debemos tomar los vascos. Yo desde luego, lo tengo claro. Quiero la independencia de Euskadi, tengo derecho a ella y voy a trabajar por conseguirla.
Está usted muy seguro, de boquilla, «Bermeotarra», sobre lo que me da o me deja de dar miedo.
Intento usted la seceseión por la brava, no va a salirle gratis el intento, por si no se lo imaginaba.
Y no se esfuerce en hablar de fascismo, no da en el clavo.
Comoo no da tampoco al hablar de «los vascos» como si todos ellos sostuvieran lo mismo que usted. Afortunadamente hay otros muchos vascos que detestan cordialmente lo que usted propone y que están dispuestos a hacer valer su opinión.
Imagino que quiere referirse al dictamen consultivo, que no Sentnecia, emitido en julio de 2010 sobre Kosovo por la Corte Internacional de Justicia. Se le ha olvidado a usted que ese dictamen consultivo, que no Sentencia, realizó un difícil equilibrio en su pronunciamiento al avalar lo hecho por Kosovo pero sin avalar el derecho nilateral a la secesión.
Usted hará muy bien en mantenerse en sus trece sobre el valor jurídico de ese dictamen y basar en él su pretensión secesionista, hasta me alegrará que persista en su cerrazón.
Por si prefiriera escuchar de nuevo lo que realmente se dijo en julio de 2010, le dejo un enlace:
Lectura del dictamen consultivo de la Corte Internacional de Justicia por el magistrado Hisashi Owada sobre la declaración unilateral de la independencia de laprovincia serbia de Kosovo, avalando la misma pero sin reconocer la legalidad de un derecho abstracto de secesión. 22/7/10
http://www.youtube.com/watch?v=R50ge6inJ64
Y que lo disfrute.
Pues bien señor lo escuche y leí en su momento y he vuelto a escucharlo perfectamente: La secesión de kosovo no violó la legalidad internacional. Para más INRI entre los votos favorables aparece uno de orden latino que estaría bien que perteneciese a un magistrado hispano.
No se a qué se refiere con lo de «la secesión por la brava» y menos aún con «le va a salir caro el intento». Espero que no sea de los que defiende quer todos los que pensamos así somos de ETA deberíamos estar en la carcel porque entonces es usted unn frívolo y además un fascista. Si usted cree que defender la independencia de Euskadi y tratar de conseguirla por procedimientos democrátuicos es «secesión por la brava» debería estudiarse la Carta Europea de los Derechos Fundamentales.
Yo jamás he dicho que todas las vascas y vascos piensen como yo. Creo sin embargo que somos mayoría los que coincidimos en que nos conviene otro tipo de relación con España y tenemos toda la legitimidad y la legislación internacional de nuesra parte para intentarlo. Reitero: a usted le da miedo la democracia.