CAR MACHACON.

El domingo por la mañana viajé para asistir al Congreso del BNG en Santiago de Compostela tras sufrir las consecuencias de la quiebra de  Spanair que me obligó a cambiar el regreso y comprar otro billete de vuelta. Veremos en qué acaba todo pero mientras tanto nuevas familias sufriendo las terribles consecuencias de esta nueva catástrofe. Espero que pueda haber soluciones para ellas quizá a través de las compañías que están esperando a hacerse con las cuotas de mercado de la empresa desaparecida.

 

Mientras regreso leo en la prensa varias noticias sobre la polémica generada por el tratamiento informativo que se está dando a las elecciones internas en el PSOE. El debate ya ha saltado, está en los medios y en las redes sociales. Prefiero no entrar en quién está detrás del asunto (que por cierto está claro). Si, estoy hablando del tratamiento dado por el diario «El País» a Carme Chacón y Alfredo Pérez aspirantes a liderar el PSOE en los próximos años.

 

No escribo por interés partidista  ni ideológico. Porque si fuera así entraría a valorar, por ejemplo,  afirmaciones sobre las soluciones a la crisis realizadas por Rubalcaba y el Lehendakari López presente en el acto al que se refiere la noticia cuyo tratamiento es objeto de polémica. Lo hago para denunciar a través de un ejemplo de libro, el trato discriminatorio que aún sufren las mujeres. En este caso le ha tocado a Chacón.

 

El diario «El País» refleja en su número del domingo pasado los actos de campaña del fin de semana del PSOE. Una  imagen de Rubalcaba con Felipe González, queriendo transmitir imagen de fortaleza, del PSOE de siempre, del que puede obtener los mismos resultados que en el año… ¿1982 o en 1996? y con una advertencia de Felipe González: “ojo con el reparto del corralito”. ¿Es que es suyo el corralito? También alaban la valentía de Rubalcaba por haber ido a las elecciones aún sabiendo que iba a ser derrotado. ¡Todo un guerrero!. Al discurso acompañan las imágenes de un equipo, todos en plano de igualdad, sonrientes. Mientras, Chacón en un acto con mujeres con un único mensaje: el de la igualdad.

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Aquí tenéis juntas las dos imágenes:

 

 Pero lo más sorprendente fue el suplemento dedicado a la ex-ministra: “Chacón & compañía”. El título ya predispone. Nos habla de una persona con una red de relaciones e intereses que «no gustan» en «determinados sectores del partido». La pobre (en realidad rica) «ha llegado a un punto de inflexión en el que o es elegida para liderar el partido o empezará a no ser nadie y terminará buscando plaza en Europa». El reportaje sugiere que todo lo realizado hasta ahora es gracias al «destino», al «azar» o  al “padrinazgo” de quien hoy es su contrincante. Además se recuerda que está casada, que fue la primera mujer Ministra de Defensa, y ¡¡¡embarazada !!! Aclara, eso si, que fue su marido quien reparó que esa imagen de preñez frente a los militares era perfecta.  Porque, claro, es éste (el marido) quien lo decide todo.  Encima ella, con total inocencia, creía “que le estaba ayudando a moldearse”. Para “rematar” la pareja vivía en un piso en la sede del Ministerio.

 

¿Y que pasa con la campaña y sus mítines?: ¡¡¡¡ Que comete un grave error !!!! ¡¡¡¡¡Habla de sentimientos !!!! Y además hace lo que no hace nadie: repite eslóganes a cada sitio que va. Y por cierto también nos  recuerda que cuando decidió no presentar su candidatura para la Presidencia del Gobierno lloró. Para rematar cuentan que en la campaña “pone la excusa de su juventud frente a un experto adversario”. ¡¡¡¡¡Pero es  que es joven!!!!! No es una excusa. Es un dato.

 

Las imágenes que ilustran este discurso son coherentes con lo descrito. Aparece en portada, ella sola, en contrapicado, allí abajo. En otra foto su marido cubriéndole las espaldas. En la tercera, a la sombra de Zapatero.

 

 

¿Podríamos imaginar que hubieran dicho de Carme Chacón si después de pertenecer a un  Gobierno que ha gestionado fatal la situación de crisis hubiera sido la candidata a la Presidencia y hubiera sacado el peor resultado de la historia del PSOE? ¿Felipe González hablaría de ella como una valiente? No.

 

¿Se especula sobre la situación familiar de Rubalcaba? ¿Se repite que está casado, soltero o como le dé la gana? No; ¿Sabemos si ha tenido algún hijo mientras ostentaba alguna de las varias responsabilidades que ha tenido a lo largo de su vida? No; Sabemos si lloró al conocer que sería el único candidato a la Presidencia del Gobierno? No. Hay tanto desequilibrio que si Chacón tuviese la edad de Rubalcaba seguro que no sería una política experimentada. se quedaría, simplemente, en mujer mayor.

 

Si Chacón fuera un hombre alabarían «el importante gesto que tuvo renunciando a la candidatura a la Presidencia por el bien del partido». Al verle llorar destacarían «que ofreció la cara más humana de la política». La notable carrera política de Carme Chacón sería un ejemplo si fuese hombre. Leeríamos: «a  pesar de su juventud, su capacidad de trabajo, su seriedad y tenacidad ha aportado aire fresco a los Ministerios por los que ha pasado». ¡¡Ah !! Y sobre todo: Ninguna intervención del destino, ni del azar, ni de padrinazgos de  nadie: Todito, todito, por méritos propios y sin la suerte de ser moldeado o influenciado por su pareja. Y nunca se sabría si vivió o no en la casa del Ministerio como no lo hemos sabido de ningún otro ministro. ¿O es que alguien lo sabe?

 

Resumiendo y volviendo al principio, es un artículo lleno de los  más obscenos tics machistas que nunca debería publicarse en un periódico que se define como progresista. Hace un flaco favor al objetivo de una sociedad moderna que aspira a conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. Una igualdad necesaria para evitar los cientos de casos de malos tratos que sufrimos a diario. Que necesitamos para que las empresas sean más competitivas, y para conseguir entre todos una sociedad más justa y democrática.

 

Me siento en la obligación de escribir esto en solidaridad con Carme Chacón. Como mujer. Porque no lo ha tenido ni lo está teniendo fácil en su trayectoria política. Pero lo hago sobre todo porque como rezaba el título de unas Jornadas de Igualdad que organizamos cuando era presidenta del parlamento vasco, necesitamos pasar de los dichos a los hechos.

 

Hasta ahora no había seguido la campaña interna del PSOE. Este domingo leyendo «El País» me ha quedado claro que Carme Chacón, hablando de sentimientos, está obteniendo mejores resultados de lo que algunos esperaban. Y la única estrategia que se le ha ocurrido al medio es desprestigiarla causando daño a todas las mujeres que aspiran a vivir a la igualdad. Creo sinceramente que con esta aportación han provocado el efecto contrario al buscado.

 

Quiero finalmente insistir en que este asunto del tratamiento de las mujeres, especialmente de las que tienen responsabilidades en los medios, no evoluciona. En esta entrada de mi blog podréis leer una reflexión y ver un vídeo sobre igualdad y medios realizado hace tres años. Ya habéis visto que podría filmarse hoy. Elaboramos normativa, realizamos declaraciones pero algunas cosas siguen igual.  Por eso he decidido remitir esta entrada, a modo de queja formal a la Defensora de los lectores de «El país, que además es mujer. Espero que tenga sensibilidad para al menos reconocer que no han estado nada finos.

 

Mañana o mejor pasado prometo contaros lo que ocurrió en Santiago. La entrada de mañana la voy a dedicar al asunto de los bebés robados.

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