LA INSPIRACIÓN QUE NOS PILLÓ TRABAJANDO

Ya os conté ayer que hoy iba a ser un día movido y especial, emotivo incluso. Al menos para mi lo es. Porque una vez más he sentido el orgullo de representar a un país del que salen iniciativas tan originales y con tanto impacto positivo sobre la vida de tantos ciudadanos como el museo Guggenheim, la experiencia «abierto por obras» de la Catedral de Santa María de Vitoria o el recién inaugurado Basque Culinary Center. Aquí tenéis a Juan Ignacio Lasagabaster, Juan Ignacio Vidarte y José Luis Galiana resumiendo lo que nos han contado esta tarde en el Parlamento Europeo.

Los tres han participado hoy exponiendo sus casos de éxito en un seminario sobre turismo que hemos organizado desde ALDE.

Juan Ignacio Lasagabaster Director de La Fundación Santa María de Vitoria ha explicado como una idea brillante, abrir por obras un edificio a los visitantes en vez de cerrarlo cuando inicia su proceso de restauración, ha transformado el casco medieval e impulsado el sector terciario de Vitoria-Gasteiz. «Abierto por obras» ha aportado vida y actividad a una zona que corría el riesgo de degradarse para siempre y ha convertido una vieja catedral gótica que amenazaba ruina en icono cultural y económico, en una inyección de energía para la ciudad y hasta en inspiración para escritores como Ken Follett. Su best seller «Un mundo sin fin» se presentó en las obras abiertas de la vieja catedral. Hoy ha dejado a la audiencia asombrada cuando les ha explicado que por cada euro de inversión pública dedicada a este proyecto se han generado tres de actividad económica nueva. 

Por su parte Juan Ignacio Vidarte, Director del Museo Guggenheim Bilbao ha contado como un país en crisis con un 25% de parados se atrevió a gastar hace veinte años 85 millones de euros en construir un museo que se ha convertido en un icono contemporaneo. Es la imagen por la que se identifica a Bilbao en muchas partes del mundo.   Es el buque insignia de un profundo proceso de transformación de nuestra capital económica. Hace veinte años era una ciudad postrada, postindustrial, sucia y fea. Hoy recibe casi un millón de visitas al año, es una capital amable y bonita y de la mano de todo lo que simboliza el museo Guggenheim, camina hacia su segunda transformación. De la ciudad amable a la ciudad inteligente.  También ha impactado en los asistentes cuando se ha referido al retorno producido por la inversión dedicada a crear el museo y especialmente cuando ha mostrado algunas de las fotos del antes y después de Bilbao tras la llegada del Guggenheim que, ha destacado, fue una iniciativa local y regional. 

Finalmente José Luis Galiana, director de comunicación del Basque Culinary Center ha presentado la receta de un plato realmente singular: como se ha cocinado la primera facultad universitaria europea que se dedica a las ciencias culinarias y gastronómicas. Bueno, hoy nos han informado que en Italia trabajan en un centro universitario sobre gastronomía vinculado al movimiento slow food, aunque con una orientación muy distinta al centro donostiarra. Y es que la receta del BCC huele bien y sabe mejor. Es fruto de la inquietud de los cocineros de Euskadi que tiene en la gastronomía una de sus fortalezas turísticas. El entorno de este nuevo centro universitario acumula la mayor concentración de estrellas Michelín del mundo por metro cuadrado. Otra aventura que ha convertido un proyecto muy original en un centro con las aulas llenas y lista de espera.

Son tres ideas que rompieron paradigmas, que fueron consideradas en su momento pequeñas o grandes locuras, que rompieron moldes, que afrontaron riesgos, que han transformado la realidad que las rodea y que contribuyen a colocar en el mundo las tres ciudades en que se ubican. Las tres experiencias se basan en una relación profunda con las raíces, con lo que había. Y en el conocimiento, la calidad y la innovación. Nuestros tres invitados nos las han explicado con la pasión del creador que hace realidad un sueño. Y de quién comprueba que la inspiración que es producto del trabajo y se desarrolla trabajando suele acabar en éxito.

La identidad en el siglo XXI se construye a base de ejemplos como estos, que proyectan una imagen de país muy concreta: seria, concienzuda, completa porque incorpora capacidad técnica y emociones.  Por eso estoy tan orgullosa de representar aquí, con toda la dignidad que puedo el alma tenaz y perfeccionista del made in Euskadi que más que ninguna bandera, nos coloca en el mundo.

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