A VUELTAS CON LAS REGIONES Y SU PAPEL EN EUROPA
Hoy escribo ya desde Bilbao porque he querido asistir a la charla que la exconsejera de Transporte y Obras Públicas Nuria López de Guereñu pronuncia esta mañana en la Fundación Sabino Arana en su condición de Secretaria General de Confebask. Antes de ir he dejado preparada esta crónica sobre las últimas actividades de una semana que ha sido intensa de verdad en Bruselas. Además quiero cumplir la promesa que hice y comentar también la visita del lehendakari López a Bruselas.
Esta semana además de las visitas que hemos recibido y que ya os he contado, había mini-pleno, que es una sesión que se hace a veces en Bruselas para ajustar las agendas y completar las sesiones que se hacen mensualmente en Estrasburgo. Además de la habitual agenda económica, en la que por segunda vez Durao Barroso pareció adquiriri opinión propia desmarcándose de Francia y alienadose con Alemania en el asunto de la restructuración y capitalización de la banca europea, se trataban estos asuntos «menores» que al parecer solo nos interesan a las regiones o naciones sin estado que tienen en Europa competencias legislativas y no acaban de encontrar su encaje en la arquitectura institucional comunitaria. Total, un problema de «solo» cien millones de europeos y las instituciones que sienten que les representan de manera más próxima y precisa.
Lo cierto es que me tocó denunciar ante el pleno del Parlamento Europeo el escaso eco que las posiciones regionales tienen en los informes que los estados envían a Bruselas sobre el respeto de las normativas europeas a las competencias regionales y de los estados y al principio de no intervención cuando la proximidad mejora los resultados de las políticas públicas (SUBSIDIARIEDAD Y PROPORCIONALIDAD). Tuve que recordar que el Comité de las Regiones solicitó que las posiciones regionales figurasen siempre en estos documentos, un extremo cuyo cumplimiento las instituciones europeas dejan en manos de los estados. Así me lo dijo el comisario Maros Sefcovic, al que tuve que animar a que me escuchara porque perdió la onda cuando comencé mi intervención. Aquí podéis ver el «incidente».
Mi grupo, ALDE, había presentado ese día una pregunta a la Comisión Europea que se tramitó a última hora de la noche del miércoles. Me agradó la iniciativa porque completaba varias preguntas que nosotros hemos hecho este año sobre el funcionamiento del protocolo sobre subsidiariedad y proporcionalidad que entró en vigor con el tratado de Lisboa. Este instrumento reconoce por primera vez un papel a las regiones a la hora de valorar si la normativa comunitaria impacta en sus competencias. No os asustéis por los palabros, porque básicamente se resumen en la idea de garantizar que no intervenga la instancia superior siempre que la intervención pública sea más eficaz desde el nivel más próximo a la ciudadanía.
El asunto me interesa especialmente porque cuando era presidenta de los parlamentos regionales europeos (CALRE) impulsé una colaboración entre estas instituciones y el comité de las regiones para establecer un método común en todos los estados miembros que permitiese a las regiones europeas con capacidad legislativa responder en las ocho semanas que marca este protocolo a las consultas europeas sobre subsidiariedad y proporcionalidad. Para ello se realizaron varios tests experimentales sobre algunas directivas, antes de la entrada en vigor del tratado y se organizó desde Euskadi un seminario de trabajo en el senado francés del que salieron varias recomendaciones del Comité de las Regiones hacia los estados miembros, las instituciones europeas y las regiones. En ellas se hacía hincapié en que los informes sobre subsidiariedad remitidos por los estados a las instituciones europeas deberían figurar expresamente los posicionamientos de las regiones, especialmente cuando estos no coincidiesen con la opinión del estado al que pertenecen.
Así que me tocó recordar en el pleno que construir una Europa sólida implica integrar, sumar, creerse de verdad principios como el federalismo pero también las ideas de proporcionalidad y subsidiariedad. Las casas se empiezan desde los cimientos, de abajo hacia arriba. Europa que debe mejorar y mucho, sus relaciones institucionales con las regiones. Este protocolo era un primer intento para avanzar y no se ha aprovechado.
Las regiones están cerca de las personas y de sus problemas. Han demostrado que tienen mucho que aportar, pero algunos estados de la unión siguen empeñados en poner cortafuegos a la participación regional. Muchas veces se excusan diciendo que es Europa la que impide la participación. El comisario en su respuesta me dejó perfectamente claro que no. En todos estos asuntos deciden los estados.
Es increíble por lo tanto que el Consejo Europeo, la institución europea que reúne a los estados, en una respuesta escrita fechada el mes pasado me dijese que no tiene información sobre cómo recogen los estados las inquietudes regionales. Podéis ver aquí lo que me han respondido. En el 2010, les pregunté expresamente si conocían y habían estudiado las recomendaciones en esta materia emitidas por el CdR. Me dijeron que no. Un año después parece que no han tenido tiempo de mirarse los papeles porque insisten en que no se han leído lo que dice el Comité de las regiones sobre el tema. ¡Estarán muy ocupados con otras cosas!.
La Comisión Europea por su parte dice que la cosa va bien lo que no impidió que el comisario reconociese implícitamente que hay mucho que mejorar al señalar que quizá el Comité de las Regiones pudiese canalizar las inquietudes regionales sobre subsidiariedad y proporcionalidad que no lleguen a las instituciones europeas a través de los cauces establecidos. Ya le he preguntado por escrito cómo podría hacerse. Os contaré lo que me responde.
Creo que os debo también una valoración sobre la visita de Patxi López, pero el asunto da para una entrada a parte que os prometo voy a colocar por aquí en un ratito.
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Fuiiii,fuiiiiiiiiiiii egun on !!!!!!!!!!!!! Ay Izaskun que buen corazon tienes… le llamas lehendakari a Patxi« Lo´´.
Musus