MUCHO MÁS QUE PALABRAS, CONSTRUYENDO DESDE LA REALIDAD.
Hoy esta siendo otro de esos días en los que estoy especialmente orgullosa de nuestro país y contenta de poder contribuir a que nuestras opiniones se escuchen y tengan eco en algunos de los debates más importantes que están teniendo en el seno de la Unión. Discutimos ahora el programa marco presupuestario para los próximos años. En él van a definirse los recursos que se destinarán a cada departamento de la comisión y en cada departamento las líneas prioritarias de actuación. En el ámbito de la promoción económica las bases están marcadas por la estrategia 2020, de la que ya hemos hablado aquí alguna vez. Pero una cosa es hablar de innovación, hacer grandes planes y construir impecables teorías y otra, a veces más compleja, acertar con el encaje de esas buenas intenciones con la realidad. Este vídeo resume cómo hemos intentado hacer llegar la visión de Euskadi en esta materia a los responsables de los programas de apoyo a la innovación e investigación de la Comisión Europea.
Hoy hemos dedicado buena parte de la mañana a ayudar al núcleo de la innovación vasca a posicionar sus demandas en este debate. Hemos trabajado de firme para conseguir que una delegación de IK4 y Tecnalia pudiese entregar personalmente a la comisaria de investigación e innovación Maire Geoghegan-Quinn algunas aportaciones al debate y consulta que han abierto en torno al funcionamiento de las ayudas a la investigación e innovación. Habíamos conseguido una entrevista con la comisaria para hoy a las tres de la tarde. Lamentablemente el fallecimiento de una persona allegada le ha obligado a desplazarse a su Irlanda natal para asistir al funeral. Sin embargo hemos mantenido la entrevista y los representantes de Teknalia e IK4 han trasladado a los responsables de su equipo directamente implicados en la elaboración de estos programas el mensaje que traían desde Euskadi. La delegación estaba compuesta por José Miguel Erdoziain, directo general de IK4 y el responsable de relaciones internacionales ´Javier Garcia, por el director general de la federación de fabricantes de máquina herramienta Xabier Ortueta, que ya se ha asomado otras veces por estas páginas y al director general de Teknalia Joseba Jaureguizar y el responsable de programas Rikardo Bueno
Me ha encantado poder presentarme en la sede de este departamento de la Comisión Europea con una delegación que si tiene experiencia en algo es en investigación aplicada directamente en el sector productivo y en el trabajo de colaboración público-privado que ha caracterizado la política industrial del País Vasco en las últimas décadas. Teníamos un modelo para hacer bien esto, el Plan vasco de Ciencia y Tecnología, una apuesta de largo plazo que fue puesta como ejemplo por la excomisaria de política regional Danuta Hubnner. Por eso hemos podido presentarnos aquí con una excelente carta de presentación: una productividad por persona empleada del 132,4% sobre el nivel medio de la Europa a 27; unas cifras europeas en inversión en I + D + I desde hace muchos años; un peso industrial en la composición de nuestro producto interior bruto del 24% frente al 15,32 de España o el 18% de Europa y una posición, como región, en la parte alta de los países que invierten en innovación.
Desde la legitimidad que permiten esos datos yo me quedaría con dos mensajes básicos de los que se han trasladado a la Comisaria. El primero la necesidad de creerse de verdad el sector industrial y apoyarlo apostando por la innovación, porque esta demostrado que es el dinero que más valor crea de los que se destinan a estimular la inversión y la creación de riqueza. El segundo que las prioridades en investigación aplicada deben ser definidas por el sector productivo.
No es de extrañar pues que la innovación vasca haya presentado un documento realmente completo a este debate. Por razones prácticas, pues nos jugamos mucho con la orientación final de estos programas. Esa aportación se produce además en un momento en el que la Comisión ha percibido que, en el nivel regional y local, existe mucho conocimiento práctico disponible y muchas buenas prácticas que han tenido éxito en materia de creación de empleo y promoción de actividad industrial y generación de riqueza. Esto es ayudar a construir Euskadi y creerse de verdad el proyecto europeo.
Mañana seguiremos porque no me resisto a hacer un comentario sobre la sentencia de las vacaciones fiscales, las circunstancias que rodearon aquellas medidas y las opiniones que me merecen algunos comentarios que ha suscitado este fallo. Ese episodio me ha pillado recién llegada de Perú y con pleno en Estrasburgo, en donde aterrice sin otra posibilidad que dedicarme a los temas de la sesión. Además mejor dejar reposar la cabeza que dejarse llevar por el corazón en un asunto como este.
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Es de agradecer y digno de felicitación que la voz de la Innovación vasca tenga cabida y eco en la Unión y contribuya al debate de los programas de apoyo a la innovación e investigación, dado la importancia que supone para el sector industrial, la creación de empleo y la riqueza de un país.
Pero como bien apuntas, Izaskun, una cosa es hablar de innovación, y otra, a veces más compleja, acertar con el encaje de esas buenas intenciones con la realidad.
La palabra innovación se presta a grandes concepciones y porqué no, también percepciones y estereotipos. Y me refiero a que además de la innovación “tecnológica”, existe otra innovación “no tecnológica” si se me permite la palabra. Me estoy refiriendo a la innovación social. Y esta es una innovación que se suele olvidar o lo que es peor, se suele obviar bien por desconocimiento o lo que es más triste aún, por no creer en ella incluso menospreciarla. La innovación, debería ir más allá de la investigación, la ciencia y el negocio.
Estamos orgullosos de la faceta pionera de Euskadi en muchos aspectos, por ello, Euskadi no debería perder la oportunidad de apostar por la Innovación Social y trabajar como sabemos en esta área, pues además de generar empleo y riqueza, hoy más que nunca, debemos dar respuesta a las necesidades de la sociedad, considerar e implicar a los usuarios finales con nuevas formas de pensar y hacer.
Y Europa lo sabe, por ello apuesta por la Innovación Social, y si no que se lo pregunten a la propia comisaria de investigación e innovación, la Señora Maire Geoghegan-Quinn, quien en un discurso reciente, se proclamó como creyente de la Innovación Social. “When it comes to Social innovation, I´m a believer!”
http://europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?reference=SPEECH/11/188
Leyendo su discurso, los que creemos en la innovación social mantenemos la esperanza de que a quien corresponda en Euskadi se haga eco de ello y apueste también por esta innovación, dadas las posibilidades y ayudas que se ofrecen desde Europa (7º Porgrama Marco, etc.) pero sobre todo considerando el momento y la situación económica-social que nos acontece actualmente.
Muchas gracias a ti por el tiempo que has dedicado a leer esta cronica. Y gracias por el enlace. Muchas gracias.