POR LOS DERECHOS DE MADRES Y PADRES NO CASADOS

En vísperas de  marchar a Perú estamos teniendo una agenda de reuniones de grupo para preparar el pleno de la próxima semana. Además he tenido que acabar algunos trabajos porque vencían los plazos que les afectaban.Hoy, en concreto he terminado y presentado las enmiendas  al informe que se está elaborando en el parlamento europeo sobre los derechos de las madres solteras.

 

He trabajado en varias enmiendas propias y en otras que voy a presentar junto a la coordinadora de mi grupo parlamentario en temas de igualdad la parlamentaria búlgara Antonya Parvanova.

 

Nuestras propuestas van encaminadas a conseguir  objetivos básicos. En primer lugar hemos tratado de introducir en todo el documento la cada vez mayor variedad y complejidad de los modelos de familia y las casuísticas a que dan lugar. Ya no se puede hablar solo de madres solteras identificándolas con las  mujeres que fueron madres muy jóvenes, debido en la mayoría de los casos a la incorrecta utilización de métodos anticonceptivos,  porque en las sociedades más avanzadas cada vez son más las mujeres que optan por la maternidad en solitario. Por otra parte el término más correcto debería ser madre no casada, porque una viuda o separada es también una madre soltera. Por otra parte  se producen casos de parejas homosexuales masculinas con hijos en las que una separación o el fallecimiento de uno de los conyuges producen padres solteros. En suma hay que recoger en la normativa la realidad actual y la casuística que ella genera. Pero en cualquier caso hablamos de personas con dificultades económicas y de integración en el mercado laboral.

 

En segundo lugar hemos querido romper una lanza por la revisión en profundidad de todos los sistemas de protección social en los estados miembros y un análisis comparativo de las atenciones y programas que se destinan en cada uno de ellos especialmente a la inserción laboral de personas en esta situación. También queremos que se preste especial atención a la discriminación que pueden sufrir por esta causa en el mercado laboral las madres o padres no casados con este tipo de responsabilidad familiar.

 

Nuestro tercer objetivo ha sido concretar medidas destinadas mejorar la formación de estas personas y la orientación de la misma hacia la inserción en el mercado laboral. Igualmente apostamos por un fortalecimiento de las medidas de conciliación y los servicios que pueden facilitarla, especialmente las guarderías y por un trabajo de concienciación a favor de los hombres que se encuentran en esta situación. Normalmente ellos suelen tener grandes problemas para que se les apliquen medidas de conciliación que habitualmente se aplican solo a mujeres. Otro prejuicio que hay que rebatir. Con medidas como estas es nuestra misión también generar la sensibilidad social que es muy distinta en la realidad europea.  

En definitiva, y como ya os comenté en alguna otra ocasión, estoy aprovechando aquí la experiencia y el trabajo que se ha hecho en Euskadi en materia de igualdad en las últimas décadas, porque buena parte de estos criterios están o en la ley vasca de igualdad o en los programas que se han puesto en marcha en los planes cuatrienales que ha coordinado Emakunde desde su creación. Y efectivamente compruebo que hemos sido pioneros en la aplicación real de políticas de no discriminación sobre este tipo de colectivos.

 

Cuando veo el camino recorrido en Euskadi  lo comparo con otras realidades y me siento orgullosa de lo que ha ha hecho el nacionalismo institucional , bajo el liderazgo de EAJ-PNV  que sin necesidad de estar  autoproclamándose» progresista » ha pasado de los dichos a los hechos.Hoy podemos decir que somos una de las comundades más avanzadas de la Unión Europea en materia de igualdad pero aún nos quedan muchas cosas por hacer.

 

En fin, que hablando de hacer, de actividad, me ha venido a la cabeza que muchas de las cosas que os cuento aquí   no suelen aparecer en los estudios  que  miden la actividad de los eurodiputados. Yo la verdad hasta ahora  no he salido  mal parada en ellos. Pero no me gusta recrearme en esos resultados porque no miden todo el trabajo que hacemos aquí. Y por ejemplo nunca aparecerá en las estadísticas, ni en la ficha de cada uno todo lo referido a las enmiendas presentadas hoy en este proyecto o en otros muchos. Al igual que otro tipo de actividades que organizamos o en los que participamos como charlas, cursos, jornadas, seminarios y conferencias en los que queremos encontrar o divulgar ideas y puntos de vista lo más abiertos y variados posibles. Este a o, sin ir más lejos, estoy metida ya en la organización de tres o cuatro de estos eventos. Alguno ya se ha celebrado como la audiencia que organizamos sobre la ilegalización de partidos . Otros que os iré contando incluyen cuestiones tan variadas como la situación del euskera o la reforma de las políticas agraria y pesquera. Además de hacen múltiples gestiones de apoyo a sectores de todo tipo para ayudarles a conectar con instancias europeas ajenas al propio parlamento. Eso tampoco cuenta. Como no se mide el trabajo que realizas en viajes y misiones como la que emprendo mañana en Perú. Ese viaje, de hecho, me penalizará porque hará subir mi nivel de absentismo a las sesiones plenarias, porque no voy a poder estar ni lunes ni martes en Estrasburgo. Sin embargo me toca nada menos que coordinar el trabajo de la delegación del parlamento europeo en Perú y presentar un informe que vamos tener que elaborar a uña de caballo para que esté el lunes 6 de junio al mediodía tras la jornada electoral del domingo 5 de junio. Todo esto conlleva tiempo y esfuerzo y trabajo pero no está en las fichas que sirven para la estadística. Es más, como digo, de hecho hacerlo me penalizará en esas estadísticas. Aparecerá que he faltado a la mitad de un pleno. 

Pero lo más opaco, lo que lleva montones de horas es el trabajo puramente parlamentario que no se computa en esas mediciones. En el Parlamento Europeo las aportaciones que se hacen a directivas, reglamentos o comunicaciones de la comisión europea se plasman en informes. Cada uno de esos informes es asignado a un grupo parlamentario en función de su número de diputados y este, a se vez se lo asigna a uno de sus miembros. Ese parlamentario es el ponente que coordina las negociaciones con la comisión, el consejo y el resto de los grupos parlamentarios y la persona que, al final firmará el documento. Ese trabajo se computa en las estadísticas.

 El ponente, el titular del informe trabaja sus contenidos con un  grupo de parlamentarios asignados a ese asunto que se denominan «ponentes en la sombra» (Shadows). El informe se destina a trabajar el fondo de la propuesta que viene de la comisión pero puede recabar además opiniones de otras comisiones afectadas. Todo ese trabajo que se hace en condición de «Shadow», trabajando en opiniones desde otras comisiones o realizando enmiendas a título particular no figura en las estadísticas oficiales de trabajo. Y es una de las tareas básicas que hacemos aquí.

 Desde que estoy aquí he sido titular en el informe para aprobar un plan de gestión a largo plazo de la pesquería de la anchoa, el único que aparece en mi ficha de parlamentaria. Pero además he trabajado como «shadow» (ponente en la sombra) en media docena más de informes parlamentarios, desde el de la Orden Europea de Protección actualmente en curso a otros con resultados tan interesantes como el de los corredores ferroviarios. Además he colaborado con enmiendas en la redacción de al menos otras dos decenas de informes generalmente  relacionados con el transporte, la pesca o la igualdad de género, las comisiones en las que participo como titular o suplente. En otras ocasiones y a la vista de la temática o por lo íntimamente ligada con cuestiones básicas para el país vasco he presentado enmiendas a título particular. Así lo hice, por ejemplo en el programa Estocolmo (libertades y seguridad) que incluía asuntos que nos interesaban desde la perspectiva de la Ertzaintza,  la atención a las víctimas del terrorismo o la ilegalización de partidos. Así que llevo presentadas ya centenares de enmiendas a todo tipo de textos. Creo que encontrar un procedimiento para considerar esa dimensión del trabajo de los miembros de la eurocámara  mejoraría los resultados de muchas y muchos europarlamentarios que, especialmente en los grupos grandes realizan un trabajo tan duro como silencioso y oscuro. Los efectos que tienen la opacidad de este trabajo en la valoración que la ciudadanía hace de la política quedaban muy claramente retratados en el interesante artículo que firmaba ayer Iñaki Anasagasti en la prensa vasca.

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