CAMINANTE, NO HAY CAMINO. SE HACE CAMINO AL ANDAR

He vuelto a Bruselas después del intenso fin de semana electoral y los resultados  que nos ha traído. Siendo sincera he llegado con la pena de mi pueblo. Perder la alcaldía pese a que crecimos en votos y a que Xabier Legarreta ha hecho un gran trabajo y disponía de un grupo potente y con ideas. Ahora hay que seguir trabajando desde otra posición, pero siempre con el objetivo de aportar y mejorar el pueblo. Estoy segura de que con esa actitud, que ha sido la que ha tenido estos cuatro años, y con el buen hacer de las personas que acompañan a Xabier en esta difícil costera volveremos a llegar a buen puerto.

 En estas elecciones Euskadi ha vuelto a confiar en EAJ-PNV, por haber  sido el partido más votado. Los resultados de Bildu han sido buenos, pero como decía nuestro presidente, unos reciben el premio revelación y otros el de la regularidad. Eso lo demuestran los datos objetivos. En el año 1987  los votos de EA más los de HB alcanzaban la cifra de 398.646 y los de EAJ-PNV 238.880. En las elecciones del domingo EAJ-PNV 333.307 y la suma de Bildu 273.138. Queda demostrado también que en este caso la suma de uno más dos no son tres. Pero ahora les llega  la hora de concretar proyectos, aquellos que no hemos podido conocer durante la campaña electoral, para una sociedad  plural, avanzada y moderna que hace años que vive mirando al norte.

La ciudadanía, además ha dicho claramente que «no» a la alianza que le llevo al lehendakari López a Ajuria Enea. Ha sido la ratificación del resultado de  todas las encuestas que valoran el  pacto como negativo para Euskadi. Lo vieron como la única oportunidad histórica  para desplazar a los nacionalistas del poder. Pero no había más: ni planteamientos, ni programas, ni equipos. Durante estos años éramos muchos los que veníamos diciendo, como en el cuento, que el rey estaba desnudo. Y está claro que es el PSE el que ha pagado todo el billete en este peaje.

El otro mensaje de las elecciones ha ido para ETA. La apuesta de BILDU era inequívocamente la de una Euskadi sin ETA y las urnas han hablado. Desde la sociología que les es más próxima se les ha dicho con claridad que en la nueva Euskadi, apasionante, compleja, sugerente y llena de posibilidades, no caben ni la violencia ni los atentados. Estas elecciones nos han traído  normalidad democrática, y es a lo que aspiramos: a la consolidación de la democracia, la paz y una futura reconciliación que estoy segura está hoy  más cerca que ayer. En esa carrera no quiero olvidarme de las víctimas, de las personas que han quedado en el camino. Tendremos que hablar de todas ellas, sentirnos cerca, dedicarles paciencia, discreción, mucho cariño y desbordar humanidad. Creo que hemos empezado un camino y como decía Machado » caminante no hay camino se hace camino al andar, al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar» Espero que esa sea también la senda de Euskadi.

Y otra de elecciones. Hoy le he escrito una carta al presidente Buzek para solicitar autorización y disculparme porque no voy a poder estar en los dos primeros días del próximo pleno. Además le comunicóla composición de esta delegación. Me han nombrado presidenta de la delegación parlamentaria que va a participar en el proceso de observación de las elecciones presidenciales de Perú. Allí acudiré en compañía de otros siete parlamentarios. Me va a tocar coordinar los trabajos y presentar públicamente las conclusiones del trabajo que vamos a realizar allí las y los parlamentarios europeos. Estaremos allí entre los días 2 y 7 de junio. Nos toca completar una misión de la Unión Europea  compuesta por más de setenta personas, en su mayoría expertos de la Comisión y evaluar desde los preparativos de las elecciones, hasta el final de la campaña electoral, el recuento de votos y la proclamación de resultados.

Me han encomendado esa misión como miembro que soy de la asamblea parlamentaria eurolatinoamericana (eurolat) y vicepresidenta de la delegación para la comunidad Andina a la que pertenece el Perú.  Ya me tocó visitar  Chile poco antes de los comicios en los que resultó elegido el presidente Piñeira  y participar como miembro de la delegación parlamentaria de observadores en las últimas elecciones en Bolivia.

Creo que no voy a tratar de ajustar el jet lag que me traje de Uruguay porque para cuando se me pase empiezo con el que me va a producir este viaje a Perú. Ya os contaré cuando vuelva porque nuestro código de conducta durante esas misiones es estricto. No podemos hacer valoraciones políticas públicas hasta que concluyan. A mi me tocará además como presidenta del grupo presentar el Lima el informe que hagamos como parlamentarios el martes 6 de junio  En fin, ya veis que seguimos teniendo un montón de cosas que hacer. 

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