OJO CON LOS DERECHOS FUNDAMENTALES TAMBIÉN EN EUROPA
Ayer por la tarde nos llegó la convocatoria oficial de la sesión que hemos organizado en el intergrupo de minorías del Parlamento Europeo para dar a conocer el proceso que ha llevado a la no inscripción de SORTU en el registro de partidos políticos. Hemos organizado esta sesión entre el parlamentario Corso Francois Alfonsi y yo. Hemos querido que tenga un marcado perfil técnico. Por eso nos van a acompañar los catedráticos de derecho internacional Juan José Álvarez y Bill Bowring que analizarán este caso en Estrasburgo en la mañana del próximo siete de abril.
El intergrupo de minorías tradicionales, comunidades nacionales y lenguas del Parlamento Europeo está integrado por medio centenar de parlamentarios procedentes de todos los grupos y lo copresiden la parlamentaria popular Kinga Gál y el Liberal Carl Haglund. Desde su constitución se dedica a analizar los problemas que afectan a las naciones sin estado, las lenguas minorizadas o las comunidades nacionales que viven en el seno de otro estado y buscar soluciones para sus problemas culturales, sociales, políticos o lingüísticos. El intergrupo se reúne una vez al mes coincidiendo con la sesión plenaria de Estrasburgo.
Comenzamos a mover este asunto en el mes de febrero cuando se formalizó la presentación de los nuevos estatutos se SORTU y comenzaron a realizarse declaraciones de diversos portavoces políticos en las que se anunciaba lo que finalmente ha ocurrido en el Tribunal Supremo: que se impediría la inscripción de la nueva formación en el registro de partidos políticos.
La verdad es que lo que ha ocurrido con esta iniciativa ha sido motivador. Hubiese sido imposible hace unos pocos meses. Pero poco a poco aquí se va tomando conciencia de que algún abuso se ha cometido en España en base a la utilización de leyes de excepción. Eso pasó con el caso Egunkaria. Recuerdo lo que me costó recoger firmas de apoyo antes de la sentencia y las disculpas que recibí de algunos de los que se negaron a firmar cuando vieron, blanco sobre negro que la propia audiencia nacional consideraba que cerrar aquel periódico fue un atropello. Tuve ocasión de denunciarlo en un pleno del parlamento.
Recordar esa arbitrariedad fue uno de mis principales argumentos cuando, a la vista de lo que iba a ocurrir con este asunto, llevé nuevamente ante el pleno esta cuestión. En el pleno los dos grandes (PP y PSOE) tratan de impedir que este tema asome por allí. Ya nos impidieron tomar la palabra en alguna ocasión, pero no siempre pueden. Hubo que esperar pero pude llamar la atención de sus señorías sobre lo que iba a pasar en otro pleno parlamentario. Y lamentablemente acerté en mis pronósticos.
Hemos tenido que trabajar de firme para convencer a la gente de que esta comparecencia era necesaria simplemente por el bien de la Democracia en Europa. Todos los meses en Estrasburgo nos dedicamos a hablar de conflictos en todo el mundo, pero cuando las posibles vulneraciones de derechos llevan la firma de un estado miembro suele haber más dificultades. En este caso, sin embargo hasta los periodicos europeos más conservadores han dedicado artículos y editoriales al tema como estos dos que os he pegado aquí. Son del «The Economist» un periódico conservador muy citado por la prensa de la derecha española cuando critica a Zapatero por su política económica. Ahora, no por casualidad, se les ha pasado comentarlo. Además en estas semanas se han producido dos condenas desde el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos contra España por vulnerar derechos fundamentales en asuntos relacionados con Euskadi, el ya celebre caso de Otegi y la libertad de expresión y la no investigación de un caso de torturas. Las dos han sido en marzo, mientras trabajábamos para organizar esta audiencia. La gente comienza a darse cuenta de que no todo vale ni pueden seguir mirando siempre hacia otro lado.
Creo que es muy necesario profundizar en el análisis de la ley de partidos y las limitaciones que produce en los derechos de participación y representación política. Tras la aprobación de los nuevos estatutos y las modificaciones registradas en la ley de partidos la no legalización de Sortu es técnicamente insostenible. Por ello no me sorprende la división producida en la sala del tribunal supremo que ha impedido el registro.
Esta es una posición que mantenemos desde que se oyó hablar por primera vez de la ley de partidos. Nos hemos opuesto a ella desde las instituciones con seriedad y rigor, porque pensamos que las ideas las ponen fuera de juego los votos de la ciudadanía. Y porque los preceptos de esa ley, técnicamente muy mal hecha, abren amplios espacios a la arbitrariedad, como estamos viendo estos días. Desde luego los argumentos que fundamentan el auto que impide la inscripción de Sortu son fácilmente rebatibles.
En todo caso nada me extraña ya del Tribunal Supremo desde que observé y padecí su incalificable actuación en el proceso contra Gorka Knörr, Kontxi Bilbao y Juan Mari Atutxa. Eso si que fue arbitrario, jurídicamente inconsistente y procedimentalmente incomprensible, por no usar adjetivos más duros que son los que cuadran al caso. Los acusados se enteraron del fallo por el telediario apenas hora y media después de salir del «juicio». Evidentemente la decisión estaba tomada mucho antes de que se celebrase aquella vista oral… Y desde luego los argumentos jurídicos brillaban por su ausencia no solo en aquella tristísima sentencia sino en todo el culebrón que protagonizó el Supremo cuando, contra su propia doctrina, pretendió disolver un grupo parlamentario y condenó a tres diputados por cumplir el reglamento del parlamento y no cambiar las leyes en el sentido que a aquellos magistrados «independientes» les apetecía. Casualmente lo que Aznar decía que había que hacer. Es cuestión de tiempo, pero esa injusticia también será corregida.
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Comentarios (4)
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- IBB Europan / Europa según IBB | 4 abril 2011
Egun on !!!!
Pulgares hacia arriba por la señora Bilbao Barandica…
Musus Izaskun
Me apunto, txol, ya los tengo hacia arriba. un buen trabajo, Izaskun.
Saludos.
Kaixo: Nik ere bai erpuruak gora.
Nere agurra talde osoari.