ASUNTOS DE TODOS LOS DÍAS

Una buena opción para comer en este día de viernes santo que es de vigilia según la tradición católica

Hoy casi de vacaciones me animo a contaros dos de esas historias que demuestran lo cerca que están las instituciones europeas de nuestra vida cotidiana en temas absolutamente cotidianos. Tengo en este blog lectores que no son del País vasco así que empiezo explicándoles a ellos que son las kokotxas.

La gastronomía vasca elabora varias recetas de gran arraigo popular y prestigio culinario con una pieza de la parte de debajo de la cabeza de la merluza que en euskera llamamos «Kokotxa». En concreto se trata de una protuberancia carnosa en forma de «v» ubicada en la barbilla de la merluza, rica en gelatina y muy sabrosa. En ocasiones se utiliza también con estos fines idéntica pieza del bacalao. Por ello existe una fuerte demanda de esta parte de las cabezas de merluza en el País Vasco. Pensad que en cada merluza hay solo una kokotxa asi que para preparar un plato con una ración decente necesitaríamos seis merluzas. Por eso hay que importar kokotxas de países terceros. El país al que se ha venido acudiendo para realizar estas importaciones es la República Argentina. La ventaja es que esta pieza solo la aprovechamos aquí y que la pieza está precisamente en la cabeza del pescado.

Eso es muy importante porque los importadores de esta pieza de pescado consideran que la Kokotxa, al ser una parte de la cabeza de la merluza está recogida en el anexo I de exclusiones de los reglamentos UE 1005/2008 y 202/2011, que regulan la importación de piezas de pescado de países terceros. Estas directivas tienen por objeto evitar que entren en el mercado europeo peces capturados sin las debidas garantías medioambientales, las mismas que observan las flotas europeas que operan en nuestras aguas y en otros mares mediante acuerdos pesqueros con países terceros. De ser así los importadores no deberían presentar, al introducir esta pieza en el mercado europeo, el certificado de captura establecido por la citada normativa.

Sin embargo las empresas importadoras no disponen de una confirmación oficial sobre la situación legal de esta pieza de pescado, ni han conseguido identificar a la instancia estatal o comunitaria que pudiese aclarar su duda. Al no disponerse de una información precisa al respecto las empresas comercializadoras de Kokotxak se están replanteando sus actividades importadoras, dada la complejidad y costes que implica obtener los certificados de captura a esa escala. De suspenderse las importaciones podría producirse un desabastecimiento del mercado. Así que hemos presentado una pregunta a la comisión europea para tratar de aclarar estos aspectos. Un ejemplo de cómo una normativa europea muy interesante para que veáis como las decisiones que se toman en Bruselas nos afectan en cosas tan próximas y concretas como la de degustar un plato de Kokotxak.

Ahora os pongo otro ejemplo también curioso y muy visible. Si habéis pasado por Biriatu en estos días de fiesta os habréis dado cuenta de que, allí, además de las casetas de peaje de la autopista quedan restos de lo que fue el puesto fronterizo que había en la zona antes de que se pusiese en marcha el principio de libertad de circulación que se deriva del acuerdo de Schengen. Bueno, pues de acuerdo con lo que pone en ese acuerdo, esas cabinas no deberían estar alli, lo que seguramente mejoraría el tráfico en la zona habitualmente bastante congestionado.

En efecto, artículo 22 del código de fronteras del acuerdo establece que los estados deben eliminar todo obstáculo que dificulte el libre transito entre estados en las carreteras que crucen la frontera. Uno de los citados en la norma es precisamente los límites de velocidad establecidos por causas ajenas a la seguridad vial. Eso es lo que ocurre, por ejemplo en Biriatu, donde esas cabinas ralentizan la salida de territorio francés. Lo mismo observo cada vez que voy en coche desde Bruselas a Estrasburgo. Cuando haces esos cuatrocientos kilómetros por carretera lo normal es atravesar Luxemburgo. Allí también encontramos un vestigio de las antiguas casetas de la policía de fronteras con las pertinentes limitaciones de velocidad en un tramo de carretera despejado y recto. Lo mismo puede decirse cuando se llega a Bélgica desde Francia por la A-27 (E-42) procedente de Paris. También hemos preguntado a la Comisión por este asunto. Ya os contaré que nos contestan en los dos casos.

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Comentarios (4)

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  1. Gasteiztarra dice:

    Ya sería el no va más, kokotxas gracias a Izaskun!!!
    Sí por favor, aclarad este tema porque si no, a mi ama le da algo, con lo que nos gustan las kokotxas en casa!!!
    Y por qué no, una vez todo aclarado, «kokotxas a la IBB» en tu honor… todo llegará!!!

  2. manuel dice:

    y a mi abuela lo mismo.

    saludos.

  3. Cesar dice:

    Felicidades Izaskun por este asunto de las Kokotxak y por los datos que he lñeido en otro comentario y que certifican que estás entre los miembros más activos del Parlamento europeo.

  4. Joseba Letona dice:

    Esta es la diferencia entre el que trabaja y se dedica a resolver problemas de verdad y entre el acordeonista, Mayor Oreja etc, que están muy preocupados ilegalizando todo para tratar de alcanzar por la vía judicial lo que no consiguen en las urnas. Y a eso le llaman «democracia». Espero que cuentes esto también en Europa.

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