LA IMPORTANCIA DE ESTAR AQUI

Estos días he andado bastante ocupada porque el pleno de la pasada semana en Estrasburgo fue de los especialmente intensos. Solo mirando el orden del día del pleno te das cuenta de lo importante que es estar aquí, porque se toman decisiones que te afectan en lo cotidiano, en temas bien próximos. Y fijaros, a esos efectos en que temas participamos.

 

Para empezar ya habéis visto la crónica que colgué  referida a la legalización de Sortu. Esta semana estamos trabajando en preparar una audiencia sobre la especial situación en que se van a vivir las elecciones municipales en el país vasco. Nos jugamos una cuestión básica: garantizar el ejercicio adecuado del pluralismo político. Pero además hay sin duda otros intereses. Me encantó y recomiendo a esos efectos, el análisis que publicaba ayer en Deia el ex rector de la UPV Juan Ignacio Pérez Iglesias.

 

Lamentablemente este tipo de cálculo puramente partidario en un asunto de principios no nos coge por sorpresa. Esta misma semana hemos visto y oído al señor Fernández Savater decir que se ha divertido mucho con el terrorismo. Le hemos visto suscribir una aparente rectificación destinada, como buen dogmático que es a ratificarse en lo ya dicho, que el terrorismo le divierte. Eso nos parecía cuando le vimos ya en el lejano 2001 operar como maestro de ceremonias en el abrazo del Kursaal entre Nicolas Redondo y Jaime Mayor Oreja. Se divertía mucho mientras la sociedad vasca sufría y sufre. Se divertía mucho desde Madrid, a buen recaudo, premio va premio viene, mientras concejales del PP y el PSOE las pasaban canutas pensando en lo que podía esperarles en cada esquina. Se divertía insultando a personas que compartían su condición de nacionalistas vascos escoltados y fuertemente amenazados por el terrorismo con la de supuestos colaboradores de la organización que pretendía matarles.  Se divertía mientras sufríamos las y los que nos quedamos. Las y los que vimos también cómo mataban a nuestras y nuestros amigos. Las y los que por ser vascos  y vascas, simplemente, por hablar euskera o editar un  diario en esa lengua vieron pisoteados siete años todos su derechos civiles mientras Savater seguía la mar de divertido.

Paradógicamente Savater no entiende y sufre y se amarga y se le congela la sonrisa, cada vez que hay elecciones en Euskadi. Porque  la sociedad vasca no es como a él le gustaría, por mucho que la bombardeen los medios amigos. Euskadi no le cree y se siente insultada con sus afirmaciones.Euskadi no acepta acríticamente sus consignas de predicador . Ni compra ni sus malabarismos ni sus piruetas dialécticas. Sufre Savater porque la sociedad vasca no responde a sus consignas y sigue votando como en 2001, aunque ahora una decisión judicial, que no un veredicto ciudadano, haya permitido configurar una mayoría parlamentaria que tiene poco que ver con la sociología política del país. Y el lo sabe pero juega porque se sigue divirtiendo.

 

Pero, a lo que íbamos que a lo mejor estoy perdiendo  el tiempo con estas menudencias. Especialmente porque en el pleno también  se aprobó, por ejemplo, una directiva que va a regular los derechos de los pasajeros de autobús, casi setenta millones de europeos cada día.  Era una pieza necesaria y obligada en el ordenamiento jurídico europeo que ya había intervenido en una dirección semejante en el ámbito de los transportes aéreo, marítimo y fluvial.  Pero es que hubo otro montón de debates de gran interés referidos a las emisiones de contaminación de las furgonetas, a las medidas de seguridad contra medicamentos falsificados, etc. Por eso me parece bastante injusto que en demasiadas ocasiones se piense que aquí hacemos poco. La verdad es que la mayor parte de las semanas regreso con la sensación de que no he llegado a intervenir en todos los temas en que me hubiese gustado hacerlo. Por otra parte existe la visión bastante extendida que estar aquí, en una institución europea es tanto como divagar por las alturas, sin descender nunca a los temas cotidianos y concretos, a los que de verdad afectan a la gente. Nada más lejos de la realidad. Os animo a que os repaséis de nuevo la lista que podéis consultar en el enlace. Lo cierto es que incluso para mí que era perfectamente consciente de esa realidad, cada semana es una sorpresa.

 

Por eso hay que insistir en mejorar nuestra representación aquí. Ahora se está preparando una reforma del acta del 20 de septiembre de 1976 que regula la elección de los miembros del parlamento europeo. Por una parte se pretende, cosa que me parece muy interesante, que parte de las y los parlamentarios sean elegidos a nivel europeo, integrados en listas de grandes formaciones continentales. Me parecería muy bien que todos los partidos y organizaciones políticas que tenemos las mismas inquietudes respecto al papel en Europa de las naciones sin estado pudiésemos organizar una candidatura a este nivel. Fernández Savater se llevaría una sorpresa al comprobar lo extendida que está la disidencia contra sus ideas uniformizadoras. Bueno no, creo que lo sabe y le da miedo. Porque creo que tendríamos éxito. Y porque creo que esa realidad es necesario que se oiga aquí con más fuerza.

 

Pero del mismo modo se está planteando alguna fórmula para que, también desde abajo tengan mejores posibilidades este tipo de sensibilidades políticas. En el estado al que ahora pertenecemos por ejemplo Cataluña, Galicia o Euskadi hay comunidades autónomas, hay regiones con competencias legislativas pero hay una sola circunscripción electoral para el parlamento europeo. No nos podemos presentar a estas elecciones como regiones, de esa manera tendríamos una representación más adecuada a lo que somos.Como podéis imaginaros es para evitar que esas realidades tengan aquí la representación que tienen en sus sociedades de referencia y porque los dos grandes partidos españoles, PP y PSOE saldrían claramente perjudicados sobre los resultados que actualmente obtienen. Vamos puro espíritu democrático y enorme respeto a la pluralidad. Que no os engañen, porque en muchos estados ya hay circunscripciones regionales para los comicios europeos. Os dejo aquí el ejemplo de la centralista Francia, de la confederal Bélgica, la políticamente peculiar Italia  o la Gran Bretaña, el Reino Unido en dónde nadie se plantea una representación sin la presencia de Gales, escocia o Irlanda.  Es otra pelea de las que merecen la pena.

Tags: elecciones europeas., Juan Ignacio Perez Iglesias, Pasajeros de autobus, Savater, terrorismo

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