DEFENDER EUSKADI

 No puedo evitar, aunque esté de nuevo en Bruselas, lanzar una mirada de preocupación hacia Euskadi y las repercusiones que puede tener en su economía, en su futuro y en su capacidad de autogobierno la aprobación ayer en el Congreso de la llamada «Enmienda Florentino». Para que la gente lo entienda, con esta propuesta se puede tomar el poder en una empresa sin emplear para ello el método natural: alcanzar la mayoría suficiente comprando acciones.

Los socialistas, impulsores de esta decisión, dicen que sólo están adaptando la legalidad española a las normas comunitarias y eso es completamente falso. El propio Pedro Azpiazu se encargo de dejarlo perfectamente claro en el Congreso. Solo dos de los 27 estados que hay ahora en la Unión Europea han tomado una medida parecida. Alemania lo hizo hace doce años e Italia en el 2001. Ningún otro país se ha puesto ahora a cambiar sus leyes en este sentido, porque ninguna directiva europea obliga a ello. Esos procesos además no se hacen así, a traición, con nocturnidad y alevosía, con prisa, sin dar muchas explicaciones…salvo que se tenga algo que ocultar. 

El asunto es grave para Euskadi porque dos compañías muy importantes, ambas radicadas allí y ambas líderes en el sector energético, PETRONOR e IBERDROLA, pueden ver alterados sus órganos de gobierno y poner en peligro desarrollo, inversiones, empleo en las decenas de empresas vascas que trabajan para ellas y hasta la propia permanencia en Euskadi de sus centros de decisión, con todo lo que ello conlleva. Ya hemos vivido cosas parecidas cuando se produjo la «fusión» entre BBV y Argentaria extrañísimo ejemplo de cómo el pez chico puede comerse al grande.

Uno de los grupos empresariales que pudiera estar tras esta operación, Construcciones y Contratas, opera en el sector de la construcción, que vive su peor crisis de las últimas décadas. Favorecer los intereses de esa corporación parece ser uno de los objetivos de una decisión que, en Euskadi podría afectar a los puestos de trabajo directos e indirectos que generan estas grandes empresas, a la actividad industrial y empresarial, al fomento de la innovación y al desarrollo. 

Por poner un recientísimo ejemplo en enero de 2010 Iberdrola firmó un convenio con la Diputación de Bizkaia para cooperar con el Centro de Inteligencia e investigación para el automóvil (AIC) para trabajar en la estandarización de los «surtidores» que deben alimentar los futuros coches eléctricos, las pilas, los medios de pago del combustible, etc. Nada menos. Esta es una etapa más de una carrera de fondo que pasa por el decidido apoyo a la innovación que se produjo desde que tuvimos instituciones propias. Mientras los ministros socialistas de industria de los gobiernos de Felipe González decían que la mejor política industrial es la que no existe, en Euskadi se construía una red pionera de parques tecnológicos que treinta años después da sus frutos. No es casual, por ello, que durante la presidencia española Zapatero haya vendido como propios buena parte de los frutos de este trabajo de fondo de las instituciones vascas. La cumbre europea sobre innovación se celebró en Donostia y la estrella fue el coche eléctrico. Asuntos de este calado son los que nos estamos jugando.

Por eso el autogobierno es para la ciudadanía vasca sinónimo de bienestar.  En Euskadi hay pequeñas y grandes empresas de cuya sinergia viven muchas personas. En Euskadi hay un sistema fiscal propio que se basa en el riesgo compartido y la responsabilidad. En Euskadi hay un modelo de promoción de la economía real, un sistema de cooperación entre lo público y lo privado que ha creado escuela. El esfuerzo colectivo y un indiscutido liderazgo ejercido desde hace 30 años por el nacionalismo democrático nos han convertido en referencia. Eso significa defender los intereses de Euskadi. eso es hoy ser nacionalista. Para nosotros soberanía es prosperidad y la gente lo sabe. Por eso nos votan.

Esa es la diferencia. El partido Socialista de Euskadi, con su secretario general a la cabeza, ha perdido otra excelente oportunidad para demostrar que se tiene respeto y es capaz de cumplir con su palabra. Dijeron que no apoyaban esta decisión, pero han votado a favor de la misma en el congreso. Además podrían haber acreditado que de verdad cree en los intereses de Euskadi y están por la labor de defenderlos. Sin embargo, una vez más han decidido plegarse a las decisiones que se toman en Madrid, por muy lesivas que resulten para Euskadi.

Category: Blog

Comentarios (2)

Trackback URL | Comentarios Feed RSS

  1. manuel dice:

    Es curioso. Yo todavía estoy esperando que salga López a decir algo pero veo que no. Está muy tranquilo en su morada dejando que sus lugartenientes hablen por él. Sin rendir cuentas por el apoyo del socialismo vasco a la enmienda. podáin haber hecho como el PP y haberse abstenido o ausentado del hemiciclo.

    Saludos.

  2. patxino dice:

    Pues a mi me pasa igual. Yo a esta gente ya no la soporto. Primer dijeron que no iban a pactar con el PP y pactaron. Cada vez que dicen una cosa comprometida luego hacen la contraria. En este caso lo mismo: decir mucho, hacer, nada. Es el gobierno del bla, bla, bla…

Deja un comentario